Las acusaciones de abuso sexual contra Michael Jackson, el icónico Rey del Pop, han resurgido recientemente en los titulares debido a un fallo legal en California que permite que las demandas de dos de sus supuestas víctimas, James Safechuck y Wade Robson, sean llevadas a juicio. Estos hombres alegan que Jackson abusó sexualmente de ellos durante su infancia y adolescencia, lanzando una sombra sobre la reputación del artista que trasciende el tiempo.
Uno de los aspectos más impactantes de estas acusaciones es el alegato de que Michael Jackson se casó en secreto con James Safechuck cuando este tenía tan solo ocho años. Aunque el niño fue excluido del juicio por abuso sexual del cantante en 2005, este año obtuvo el derecho de revivir su demanda contra el patrimonio del artista.
El tribunal de apelaciones en California determinó que las demandas de Safechuck y Wade Robson, quien también alega abuso sexual, podrían avanzar y ser llevadas ante un jurado.
El panel de jueces de la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de California no emitió un juicio sobre la veracidad de las denuncias, pero consideró que las demandas no deberían haber sido desestimadas por un tribunal inferior. Esto significa que el próximo juicio con jurado en Los Ángeles podría profundizar en las acusaciones y las pruebas presentadas por Safechuck y Robson.
James Safechuck, quien era un niño impresionable cuando conoció a Jackson mientras filmaban un comercial de Pepsi, alega que el cantante abusó de él repetidamente. Según su testimonio, Jackson habría organizado una ceremonia de boda secreta entre ellos, completa con anillo y certificado de matrimonio. Safechuck detalla que Jackson lo llevaba a diferentes propiedades, incluida una llamada «The Hideout» en Los Ángeles, donde consumían vino dulce y veían películas pornográficas, algunas de ellas con niños.
La demanda de Safechuck también describe cómo Jackson supuestamente utilizaba palabras en clave de sexo y gestos físicos para insinuar sus deseos sexuales. Testificará que el abuso ocurrió en repetidas ocasiones durante una gira conjunta en 1988 y que incluso recibió un cheque por más de un millón de dólares de parte de Jackson para su padre.
Es importante destacar que los jueces no han emitido un veredicto sobre la veracidad de estas acusaciones, y el proceso legal se centrará en determinar si las demandas de Safechuck y Robson tienen fundamento y si las corporaciones propiedad de Jackson tenían la responsabilidad de proteger a los demandantes. El caso arroja luz sobre la complejidad de equilibrar la presunción de inocencia con el derecho de las presuntas víctimas a buscar justicia y reparación.