Al menos 16 personas murieron y otras 31 resultaron heridas en un atentado suicida de los talibanes cerca del Ministerio de Defensa afgano en Kabul, en el segundo ataque de gran envergadura ocurrido hoy en Afganistán, informaron fuentes oficiales.

La acción, en la que también pereció el atacante, tuvo lugar a primera hora de la tarde en las inmediaciones de la entrada para visitantes del departamento gubernamental, dijo a Efe un portavoz del Ministerio de Interior, Najeeb Danish.

Entre los fallecidos se encuentran tres sargentos del Ejército afgano, tres funcionarios, un trabajador civil del departamento y un ingeniero de una empresa privada, detalló el portavoz del Ministerio de Defensa, Dawlat Waziri, en su cuenta de Twitter.

Según la fuente, la mayoría de los heridos son también miembros de las fuerzas de seguridad y empleados civiles del Ministerio.

El Distrito Policial número 2 de Kabul, donde ocurrió la explosión, acoge diversas dependencias gubernamentales, además de un cuartel general de la Policía.

Los talibanes reclamaron la autoría del ataque y aseguraron que estuvo dirigido contra oficiales del Ejército.

El portavoz de la formación insurgente Zabihullah Mujahid indicó en su cuenta de Twitter que 23 soldados perecieron y otros 29 sufrieron heridas, si bien el grupo tiende a ofrecer información sesgada sobre el alcance de sus acciones.

Este es el segundo ataque en lo que va de jornada en el país, después de que otro atentado suicida causase catorce muertos y 37 heridos a primera hora de la mañana cerca de un mercado en la provincia de Kunar (este).

El pasado lunes, 16 personas fallecieron y otras once resultaron heridas en una acción del mismo tipo contra un grupo de policías en la provincia de Parwan, en el este afgano, que fue reclamado por los talibanes.

Los ataques de hoy se producen en vísperas de la reunión que el Gobierno afgano tiene previsto mantener con los talibanes la semana próxima, un encuentro que reactivaría el diálogo de paz paralizado desde hace casi siete meses.

Tras el atentado en Kunar, el presidente afgano, Ashraf Gani, aseguró que su Ejecutivo no mantendrá conversaciones de paz con los grupos insurgentes que «están matando civiles».

La guerra en Afganistán, que comenzó en 2001 con la invasión estadounidense y el derrocamiento del régimen talibán, atraviesa una de sus etapas más violentas, con 3.545 muertos y 7.457 heridos en 2015, la cifra más alta desde que comenzaron a medirse las víctimas del conflicto hace siete años.

Los insurgentes se hicieron con el control de varias áreas de Afganistán en los últimos meses, logrando incluso el pasado septiembre tomar temporalmente la ciudad nororiental de Kunduz, su mayor logro militar desde la invasión estadounidense hace 14 años.