William Murillo, presidente de la Organización 1-800 Migrante, indicó que una familia ecuatoriana fue extorsionada por más de USD 12.000 que enviaron a México en un intento por localizar a una integrante de su familia que había desaparecido en Texas, en su intento por llegar a Estados Unidos.
Según Murillo, los traficantes enviaron un video manipulado con inteligencia artificial con la intención de engañar a los familiares y crearles falsas esperanzas con el único fin de estafarlos.
La familia contactó a la organización cuando la mujer desapareció, tras lo cual se emitió un boletín de alerta, con fotografías y datos con la esperanza de obtener información que pueda servir para ubicarla. Poco después, el traficante, quien también usa TikTok para captar sus víctimas, envió a la familia un video que mostraba a la mujer «literalmente agonizando».
Los mensajes enviados por los traficantes a la familia desaparecieron automáticamente después de un periodo de tiempo. Al no haberse encontrado el cuerpo de la mujer, sus familiares en Ecuador no se dieron por vencidos y compartieron información en redes sociales en un intento por localizarla.
Fue entonces cuando «empezó la pesadilla», porque los traficantes usaron una de las fotos, según Murillo, para estafar a los familiares en Ecuador. Mientras que, otros familiares de la víctima, en Nueva Jersey, recibieron mensajes de que la mujer había sido «rescatada», que estaba en camino hacia Estados Unidos y preguntando quién pagaría los costos de su viaje. William Murillo detalló que los estafadores «usaron una foto con la cual, mediante inteligencia artificial, crearon un video en el que parece que está hablando”.
Cuando llegó el día de entrega de la ecuatoriana a su familia, los traficantes nunca se presentaron al punto acordado. A los USD 12.000 que perdieron con la estafa se suman a los USD 18.000 pactados por el viaje de la migrante desde Ecuador.
William Murillo indicó que «los coyotes utilizaron mensajería encriptada, además, los videos enviados no pudieron ser guardados porque el programa que usaron no lo permitía, y una vez vistos, desaparecían». Este solo sería el primero de muchos casos de este tipo según el presidente de la Organización 1-800 Migrante.
Escucha el reportaje: