Entre los efectos más populares de las drogas denominadas ‘K’ están la paranoia combinada con taquicardia en la que se puede sufrir un desmayo, una parálisis temporal o no reconocer a amigos y familiares.
Según la cadena de noticias BBC News Brasil, la organización criminal brasileña Primer Comando de la Capital vetó la venta de este tipo de drogas en los lugares bajo su control, así lo informaron dos fuentes que trabajan en la lucha contra el narcotráfico y que pidieron no ser identificadas. Agregaron que la orden estaría documentada mediante escuchas telefónicas.
En la grabación -realizada hace un año según las fuentes- un integrante del grupo criminal cuyas llamadas telefónicas se interceptaron con autorización del Juzgado aseguraba que el líder había ordenado que la orden se cumpliera de inmediato.
Pero, ¿por qué el Primer Comando de la Capital, que tiene en las drogas su negocio más rentable, decidió vetar la venta de estas en específico?
La intención sería no perjudicar el tráfico de otros estupefacientes, que son la principal fuente de ingresos de la organización criminal.
La decisión se tomó después de que líderes de la banda, se dieran cuenta de que el uso excesivo de K2 y K9 atraía la presencia de la policía.
Las drogas K surgieron de un experimento en la década de 1990 para intentar producir, de forma sintética, sustancias terapéuticas a partir de la marihuana. Pero lo que los científicos produjeron en este estudio fue un narcótico extremadamente potente y al menos cien veces más intenso que la marihuana.
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