El presidente Rafael Correa estableció, la noche del domingo, las principales diferencias entre la seguridad social de los civiles y la de los militares. Lo hizo durante una entrevista televisiva ofrecida desde Machala, en El Oro. En el diálogo se abordó la polémica por el sobreprecio pagado por el Ministerio del Ambiente al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) en la compra de terrenos de Samanes, en Guayaquil. En ese contexto, el Mandatario destacó lo que en algunos casos consideró privilegios.
1. La edad de la jubilación El Presidente no cuestionó esta diferencia, más bien la consideró adecuada debido a la estructura piramidal de la institución armada. De hecho así funciona en todo el mundo. “Se entiende que se tengan que jubilar antes por la estructura piramidal de las FF.AA. Y en consecuencia están forzados a retirarse.
Tienen derecho a su pensión tras 20 o 25 años de trabajo”. Lo cierto es que en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) el afiliado que cumpla 30 años o más de aportaciones, 360 imposiciones y tenga mínimo 60 años de edad tiene derecho a recibir una pensión mensual vitalicia de jubilación por vejez. En cambio, en el Issfa el militar activo debe cumplir con un mínimo de 20 años de servicio, es decir 240 imposiciones. Por eso la proporción entre empleados activos y jubilados varía tanto entre el IESS y el Issfa. El primero tiene superávit porque por cada persona retirada hay 5 empleados activos. En el segundo la relación es de casi 1 a 1, lo que obliga al Estado a cubrir más del 60% de las pensiones.
Y eso, según Correa, es normal puesto que así ocurre en todos los países. 2. La dirección del IESS y del Issfa El otro punto al que se refirió Correa fue al nombramiento del director del Issfa. El artículo 8 de la norma que regula a la entidad estipula que en este cargo “un oficial general en servicio activo durará en sus funciones dos años y no podrá ser reelegido”. “O sea si hubiera una guerra no podríamos usar a ese almirante o general porque tiene que administrar el Issfa y nadie dice que lo estamos desviando de sus deberes, más de la doble moral”, cuestionó el Primer Mandatario. Desviar a los uniformados ha sido la crítica que ha escuchado casi desde el inicio de su gestión cuando, por ejemplo, encargó a la Marina la dirección de Petroecuador o cuando propuso una enmienda constitucional, que finalmente fue aprobada, para que los militares ayudaran en la seguridad interna. En el IESS también hay un director.
El artículo 32 de la Ley de Seguridad Social señala que este funcionario es de libre nombramiento, es designado por el Consejo Directivo para un periodo de 4 años y puede reelegirse por una vez. Los requisitos para ocupar este cargo son estar en goce de los derechos políticos, ser mayor de 40 años, acreditar título profesional, haber ejercido con probidad notoria la profesión o la docencia universitaria o algún cargo de responsabilidad directiva en actividades privadas o públicas, y acreditar experiencia en el desempeño de ellas por un período mínimo de 10 años.
3. El cálculo de la pensión “¿Por qué la pensión se ajusta de acuerdo al sueldo de los activos cuando en el sector civil es con base en la inflación?”, se preguntó el Jefe de Estado. Esta diferencia ha creado una disparidad enorme en las pensiones que recibe la tropa y los oficiales retirados.
Pablo Terán, vicepresidente de la Confederación de Militares en Servicio Pasivo, asegura que la ley ordena que cuando se aumente el salario al personal activo, se haga lo propio con las pensiones de los retirados. El dirigente puso como ejemplo el caso de un general que gana $ 5.000, a quien si se le aumenta el 10% recibe un valor adicional de $ 500. “En mi caso (exsargento primero retirado antes de mayo de 2006), solo sube $ 50. Cada aumento abre una brecha terrible contra la tropa”.
4. Cálculo de la jubilación En los militares la jubilación se calcula con base en el último sueldo, mientras que para los civiles se obtiene un promedio del salario percibido en el último lustro. “
Si un coronel asciende a general y al siguiente día renuncia, el resto de su vida ganará la pensión de un general”, criticó Correa durante la entrevista. El cálculo para recibir la pensión en el IESS se establece según el tiempo de aportación y en proporción del salario básico unificado mínimo (SBUM) del trabajador en general.
En una pensión mínima se toma en cuenta el 50% del SBUM, mientras que en la máxima el 250%. En el Issfa, la pensión se calcula según el 70% del sueldo que recibía a la fecha de la baja con 20 años de servicio. Pasados los 20 años se aumenta un 3% cada año y 0.25% al mes, llegando al 100% con 30 años o más de servicio. Frente a estas diferencias el presidente Rafael Correa dijo que el país necesita un verdadero régimen de seguridad social, no estos compartimientos estancos, alrededor del poder. Pero reconoció que esa gestión quedará para su sucesor.