Los atacantes detonaron en el cuartel sendos cinturones con explosivos, que llevaban adosados al cuerpo, explicó a Efe una fuente de seguridad de Ramadi, capital de Al Anbar.
Entre los fallecidos se encuentran el general de brigada Ali Abud, jefe de operaciones de la zona Al Yazira al Badía, y un teniente coronel identificado como Farhan Ibrahim.
El resto de víctimas mortales son cinco oficiales del Ejército y 33 soldados, pertenecientes al tercer batallón, dependiente de la jefatura de operaciones de Al Yazira al Badía.
Tras el atentado se desencadenaron duros enfrentamientos entre las fuerzas iraquíes y los yihadistas en los alrededores de cuartel, situado cerca de la presa de Hadiza.
El Estado Islámico asumió la autoría del atentado en un comunicado difundido en internet, en el que precisó que el ataque fue cometido por dos yihadistas que se enfrentaron a las fuerzas iraquíes con armas ligeras y granadas antes de detonar sus cinturones explosivos.
La provincia de Al Anbar ha estado parcialmente dominada desde enero de 2014 por el EI, que en junio de ese año conquistó nuevas zonas de Irak y proclamó un califato en los territorios bajo su control de este país y de Siria.
Las fuerzas iraquíes lograron recuperar el control de Ramadi el pasado diciembre, pero los yihadistas todavía se mantienen fuertes en otras áreas como la ciudad de Faluya.
En los últimos dos días el EI ha perpetrado dos sangrientos atentados suicidas, uno de ellos ayer en la zona de Al Meqdadiya (noreste), que causó 35 muertos, y otro el pasado domingo en el distrito bagdadí de Ciudad al Sadr, de mayoría chií, con 55 fallecidos.