A través de un comunicado, el Ejecutivo señaló que se suscribió la escritura pública para la entrega de activos, pasivos y derechos litigiosos de dicha entidad a la Secretaría General Administrativa de la Presidencia de la República.
La decisión se da en cumplimiento con los decretos 184 y 200, con los que el primer mandatario, Daniel Noboa, ordenó la extinción y liquidación de la firma estatal.
Para Benavides, una de las mayores polémicas que generó la EMCO fue la figura del presidente del directorio, que, según él, concentraba mucho poder.
“Nunca hubo una comprensión de lo que era EMCO como empresa pública, y la figura del presidente que dirigía todos los directorios de las instituciones”, dijo.
Sin embargo, consideró que, la labor de la ahora extinta entidad, pasaba por el ámbito de estandarización de procesos de manera técnica de las empresas públicas.
Entre estos, enumeró al nombramiento de gerentes de las distintas instituciones, mediante una rúbrica para calificar a los mejores perfiles.
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