Muñoz explicó que este no es un hecho aislado, ya que no es la primera vez que un funcionario del sistema penitenciario ha sido asesinado.
Subrayó que estas tragedias se han repetido en varias ocasiones, lo que evidencia la falta de medidas de seguridad adecuadas para proteger a quienes trabajan en estos entornos de alto riesgo.
Asimismo, agregó que el problema en el sistema penitenciario es de carácter estructural. Aseguró que, a pesar de que la policía y las fuerzas armadas han logrado controlar parcialmente la violencia interna en las cárceles, los presos continúan ejerciendo control sobre los pabellones.
Muñoz destacó que, mientras no se separen a los líderes y grupos de poder dentro de los recintos según su nivel de peligrosidad, será imposible lograr una verdadera rehabilitación social.