Vivero señaló que, aunque se comprende la necesidad de realizar trabajos de mantenimiento en la red eléctrica, las restricciones adicionales, como el toque de queda, afectan gravemente a un sector que ya ha enfrentado numerosos desafíos.
El dirigente subrayó que los bares y negocios nocturnos en las provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y el cantón Camilo Ponce Enríquez, en la provincia de Azuay, serán los más perjudicados por el toque de queda focalizado.
Además, aseguró que el Gobierno debería considerar la reducción de las horas de los apagones para no afectar aún más al sector.
Aunque el aviso anticipado permitirá a los empresarios tomar medidas preventivas para minimizar las pérdidas, Vivero enfatizó la necesidad de que el Estado implemente una estrategia clara para abordar la crisis de manera efectiva.