Aspiazu, presidente de la Cámara de Energía de Ecuador también indicó que la participación del sector privado es muy limitada debido al régimen de generación actual, que solo permite la creación de proyectos hidroeléctricos de hasta 100 MW. Además, mencionó que existe una regulación excesiva y que el Estado no ha favorecido una competencia abierta con el sector privado.
En cuanto a la implementación de los 400 megavatios anunciados por el Gobierno, que corresponden a la barcaza y a la contratación de emergencia, Aspiazu explicó que estas medidas no logran resolver de manera definitiva los problemas energéticos. Por lo tanto, no existe una solución inmediata en este momento.
Señaló que la matriz energética depende principalmente de los recursos hídricos, y aunque se cuenta con 1,560 megavatios, el 30% de esa capacidad no está disponible debido a la falta de mantenimiento y a la ausencia de una respuesta oportuna por parte del sector público, lo que agrava el problema.
Finalmente, Aspiazu mencionó que el Gobierno debería impulsar las energías renovables no convencionales, como los proyectos fotovoltaicos, eólicos y geotérmicos, con el objetivo de fortalecer la matriz energética y mejorar la capacidad de respuesta del sistema.
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