La movilización del Bloque de Seguridad a cantones como Manta y Durán obligaron al crimen organizado a migrar a otras ciudades, entre ellas, Quito.
La experta en seguridad, Katherine Herrera, consideró que, si bien se ha incrementado la criminalidad en la capital, esta no sería aún el núcleo o centro de operaciones de organizaciones terroristas.
“En esa dinámica, Quito no es un actor estratégico para la geopolítica del crimen organizado. Sin embargo, es un punto de tránsito”, dijo.
De acuerdo con Herrera, la capital podría catalogarse como un sitio de “hospedaje temporal” del crimen organizado, pero no como un punto de mando de los distintos brazos armados.
“No podemos decir que el crimen organizado que sucede en la Costa es lo mismo que pasará en la capital, sino que puede generar su propia dinámica delictiva”, enfatizó.
Sobre este tema, señaló que el sistema de inteligencia está preparado para determinar cuál será la dinámica delictiva que adoptarán las organizaciones criminales en Quito.
A este mecanismo, Herrera lo calificó como el “talón de Aquiles” del Bloque de Seguridad.
Además, alertó que el crimen organizado podría irrumpir en distintos actores e instituciones antes identificados, para subsistir en panorama diferente a las provincias costeras.
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