En ese sentido, la analista de pronósticos del Inamhi, Madelyn Enríquez, mencionó que, las precipitaciones serán débiles y esporádicas, sin alcanzar la intensidad necesaria para contribuir a la recuperación de los embalses de las hidroeléctricas.
Asimismo, explicó que la baja humedad en la atmósfera, debido a la entrada de aire seco, está limitando la formación sostenida de nubes de lluvia. Señaló que para que se generen precipitaciones continuas, sería necesaria una convergencia de vientos que facilite la acumulación de estas nubes, un proceso actualmente obstaculizado por condiciones atmosféricas desfavorables.
Este fenómeno, según Inamhi, es un efecto regional del cambio climático, cuyos impactos están alterando los patrones climáticos habituales en Ecuador. Enríquez enfatizó que el cambio climático no solo aumenta las temperaturas, sino que también genera desequilibrios en la humedad y en la circulación atmosférica, haciendo más frecuentes eventos extremos, como olas de calor y lluvias atípicas
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