Jaime Arrellano, secretario ejecutivo de la Misión Internacional de Observación, recordó que fue en agosto de este año cuando el pleno del Consejo de la Judicatura retrotajo el concurso de jueces a la fase de las pruebas de confianza. Esto luego de que la empresa Métricas Web, encargada de dicha etapa, llevó a cabo un proceso lleno de cuestionamientos.
Agregó que ahora en un plazo extendido el organismo no ha concretado acciones en torno a la continuación de este proceso, Pese a que desde la presidencia de Mario Godoy se solicitó a la Dirección de Talento Humano la elaboración de un informe sobre las actuaciones en fases anteriores, que ya precluyeron.
«Lo que se hubiera ganado al suspender el proceso, ahora se va perdiendo, porque se genera un nivel de opacidad y un mayor grado de desconfianza», consideró.
Para Arellano, la dilación en el concurso genera dudas sobre si existe un avance, o si se requiere mayor claridad en torno a la designación de magistrados de la Corte Nacional de Justicia.
Por ello, indicó que desde la Misión de Observación Internacional surge una «duda más fuerte» en torno a las competencias del Consejo de la Judicatura para llevar las riendas del proceso.
Precisó que el Consejo de la judicatura tuvo en sus manos la oportunidad de llevar a cabo un concurso «impecable», sin embargo, fallas esenciales como vicios de nulidad en la elaboración de las pruebas de confianza, generan fuertes cuestionamientos en cuanto a la transparencia y probidad de la elección de jueces.
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