El ministro del Interior, José Serrano, en un comunicado, expresó su «total rechazo» a ese informe porque, en su opinión, «es el reflejo de una retaliación a sabiendas que Ecuador cada vez menos ha requerido apoyos y dádivas que antes, a través de la Base de Manta, se entregaba a la Policía Nacional».
Serrano se refirió al puesto de control militar que EE.UU. mantuvo por una década, hasta 2009, en la base de Manta, en el oeste de Ecuador, y que generó mucha polémica por sus resultados y fines.
Según el ministro, Ecuador ha institucionalizado y fortalecido la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico» y dijo que el informe de EE.UU. busca, solamente, «posicionar la Base de Manta, que tenía una estructura de inteligencia inadmisible en todos los ámbitos».
«Actualmente trabajamos con Colombia, Perú, Holanda, Rusia, China, entre otros países, incluida la agencia norteamericana (EE.UU.) en la lucha frontal y decidida contra el narcotráfico», afirmó Serrano en el escrito.
El trabajo desplegado contra las drogas por el Gobierno ecuatoriano, a través del Ministerio y la Policía, «no puede ser menospreciado ni minimizado», agregó.
«Ecuador -dijo-, pese a no ser productor de droga, ha logrado exitosos y extraordinarios resultados en los últimos años, ubicándolo en lugares estelares como modelo en cuanto a enfrentar estos flagelos mundiales».
Por ello, dijo estar «sorprendido» por el informe anual del Departamento de Estado, enviado al Congreso estadounidense, que cita a Ecuador y otros 17 países de Latinoamérica y el Caribe, entre los principales productores y lugares de tránsito de drogas ilegales.
Serrano, incluso, aseguró que la semana pasada mantuvo una reunión con el nuevo embajador estadounidense en el país, Todd Chapman, quien, dijo, «alabó y reconoció el trabajo de la Policía Nacional de Ecuador en su accionar contra el narcotráfico».
Asimismo, remarcó que «hay una mayor productividad de la Policía, no solo en incautación de droga, sino que además ha desarticulado bandas vinculadas al narcotráfico».
Según Serrano, los Gobiernos anteriores al actual habían convertido al país, en torno a este tema, «en un callejón sin respuestas por parte de las instituciones del Estado».
«Hoy tenemos un trabajo que evidencia una realidad que antes estaba invisibilizada» y que garantiza «la voluntad inquebrantable del Gobierno y Policía Nacional de continuar en la perspectiva de eliminar estructuras delincuenciales y fortalecer el sistema operativo».
El pasado 2 de marzo, el informe de EE.UU. situó a Ecuador (ubicado entre dos de los mayores productores de cocaína del mundo -Perú y Colombia-) como «uno de los países por los que más drogas ilegales transitan» de camino a Estados Unidos y Europa.
Recordó que la ayuda de Washington a Ecuador ha bajado considerablemente en los últimos años y que, por tanto, el Gobierno de Rafael Correa «tendrá que dedicar más fondos a los esfuerzos contra el narcotráfico para afrontar los crecientes retos», en particular para mejorar las capacidades de policías y militares.
«Alentamos encarecidamente a Ecuador a convertir en una alta prioridad la interdicción de drogas ilícitas y el control de las sustancias precursoras de estupefacientes, tanto en tierra como en el mar», indicó el informe.
Además, afirmó que el consumo doméstico de drogas en Ecuador está creciendo y que las «instalaciones de tratamiento al público son insuficientes para tratar» a quienes están adictos a las sustancias.