Los cantones más golpeados incluyen Portoviejo, Rocafuerte, Bolívar y Flavio Alfaro, donde se han reportado cifras alarmantes de damnificados. Orlando también detalló que, si bien las lluvias son un fenómeno recurrente, esta vez han sido excepcionalmente fuertes, alcanzando en pocos días lo que normalmente se registraría en un mes completo. Señaló que la infraestructura de control de inundaciones en Manabí es insuficiente y que varios cantones carecen de sistemas adecuados de alcantarillado, lo que ha empeorado la situación.
Asimismo, destacó que la deforestación y la falta de planificación urbana son factores que contribuyen a la magnitud de las inundaciones, poniendo en riesgo a las comunidades locales.
En cuanto a las medidas a tomar, el prefecto subrayó la necesidad urgente de actualizar el plan hídrico de Manabí, construir infraestructura multipropósito que no solo controle inundaciones, sino que asegure el abastecimiento de agua, y destinar recursos a la conservación de los bosques para prevenir futuros desastres naturales.
Orlando insistió en que es crucial el apoyo del gobierno central para continuar con las labores de mitigación y recuperación.
En términos de impacto económico, el prefecto informó que cerca de 4.000 hectáreas de cultivos, incluidos productos clave como plátano, cacao y ganado, han sido gravemente afectadas. En respuesta, se está desarrollando un plan de recuperación y reactivación económica dirigido a los agricultores y las comunidades afectadas.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad y acción conjunta de autoridades y ciudadanos para abordar la crisis y prevenir futuros desastres naturales.
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