La crisis económica, comenta en declaraciones a Efe, ha cerrado durante mucho tiempo las puertas al talento y a las oportunidades «y eso ha generado en una parte de la población una herida que aún esta abierta y que tiene que cicatrizar», por lo que considera que, si no se le ofrecen soluciones, «vendrán los populistas y tendrán eco».
Llorente, quien estos días presenta en Ecuador su libro «El Octavo Sentido», en el que habla de la importancia de la comunicación en el siglo XXI, cree que discursos de notable aceptación, como el del aspirante republicano a la presidencia de EE.UU. Donald Trump encajan con una parte de la sociedad que está «enfadada».
Se trata de un sector de la población insatisfecho con el presente y falto de expectativas de futuro y, al tiempo, ávido de cambios y de «ideas nuevas y diferentes», señaló.
Y «como la experiencia del pasado reciente no ha sido buena para muchos», se considera que los que protagonizaron ese pasado no sirven «para solucionar el futuro», agregó el también presidente de la consultora de comunicación Llorente y Cuenca.
Quizá por eso, opinó, han tenido éxito algunas fórmulas políticas que, por ejemplo en España, han sabido «leer bien la sociedad y articular una oferta que da sentido a determinados grupos sociales que no tenían quién les dijera nada».
Esos modelos, al mismo tiempo, han encajado bien con lo que Llorente describe como «los estilos de la nueva sociedad», en los que «el entendimiento es fundamental y donde la rivalidad no se plantea en términos bélicos», sino más bien en el contexto de la colaboración.
Desde su punto de vista, en ese contexto de malestar social, lo que se necesita hoy es encontrar soluciones a los problemas de la sociedad, a cuestiones como la desigualdad o el reparto equitativo de la riqueza.
Hay que ver, por ejemplo «cómo hacemos para que nuestras sociedades verdaderamente ofrezcan oportunidades a todos en igualdad de condiciones, para que el talento encuentre un cauce de expresión y sea un motor de desarrollo de la sociedad, pero también de la vida de las personas», reflexionó.
Para el comunicador, la sociedad actual se mueve al ritmo de los avances tecnológicos, de «nuevos ritmos y estilos» y demanda, cada vez más, transparencia, ética y coherencia «entre el discurso y los hechos».
Se trata de un mundo en el que cada vez tienen más aceptación postulados como los de la economía colaborativa, que promueve el intercambio y el hecho de compartir, frente a la posesión, y que forma parte de las innovaciones que hoy en día influyen «en cómo nos organizamos, cómo nos estructuramos y cuál es el perfil de nuestros líderes», dijo.
Para el comunicador, el modelo del líder «está clarísimo en el mundo empresarial», donde se trata de una persona que conoce y maneja las nuevas tecnologías, «que defiende el equipo por encima del individuo, que genera consenso, que dirige con motivación y con proyectos».
Es también alguien cuya visión de la responsabilidad social no se limita al mecenazgo y que conecta «con los valores éticos de la sociedad».
Esas notas, que caracterizan a los líderes actuales, es conveniente, para Llorente, llevarlas a la política. «Necesitamos políticos que crean en el interés general, que trabajen más por el equipo, que sean generadores más de consenso que de división, que tengan habilidades para reunir, concitar, incluir, más que para excluir, dividir…», apostilló.