Cinco personas fueron detenidas y dos agentes de policía resultaron heridos este viernes en Chicago debido a los altercados, que estallaron dentro y fuera del pabellón que iba a acoger el acto a causa de una protesta contra el magnate, líder de la carrera hacia la candidatura republicana a la Presidencia de Estados Unidos.
Con un tono desafiante, el magnate inmobiliario habló hoy en un mitin en Dayton (Ohio) sobre los disturbios para defender a sus seguidores y buscar culpables.
«Mi gente es fantástica. La gente que había allí no causó ningún problema», afirmó Trump en referencia a sus simpatizantes, al describir la manifestación como un «ataque planeado» que violó su derecho a la libertad de expresión estipulado en la Constitución.
«Estamos todos juntos y queremos llevarnos bien con todo el mundo, pero cuando ellos (los manifestantes) tienen tipos organizados profesionalmente, nosotros tenemos que contraatacar», subrayó el empresario neoyorquino ante miles de personas.
Los manifestantes de Chicago portaban pancartas en las que se leían consignas como «Trump igual a odio» o «Yo no soy un racista», y uno de ellos, Cristina Guadarilla, de 26 años, dijo a Efe que «da miedo ver lo que este hombre puede causar al país».
Los participantes en la protesta, organizada por una coalición con notable presencia de asociaciones latinas y afroamericanas, también gritaron «¡Bernie, Bernie!», en referencia al aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders.
«Algunos representan a Bernie, nuestro amigo comunista. Él debería decirle a su gente: ‘paren'», recordó el empresario a Sanders, quien se define como un socialista democrático.
El multimillonario vivió un momento de tensión en Dayton cuando un hombre intentó irrumpir en el escenario y obligó a intervenir a los agentes del Servicio Secreto de EE.UU. que velan por la seguridad de Trump, visiblemente agitado por el amago del individuo.
La cancelación del mitin en Chicago culmina una serie de incidentes violentos que han salpicado la campaña del magnate, a quien sus rivales en la pugna por la Presidencia, tanto republicanos como demócratas, acusaron de incitar a la violencia con su retórica.
Desde un acto electoral en Saint Louis (Misuri), Hillary Clinton, aspirante demócrata a la nominación presidencial y posible rival del magnate en la lucha por la Casa Blanca, condenó hoy la «retórica fea y divisiva» del «matón» Trump, que tildó de «peligrosa».
En una rueda de prensa en Chicago, Sanders negó que sus adeptos provocaran los sucesos del viernes: «Lo que nuestros seguidores están haciendo -aseveró- es responder a un candidato que, de hecho y de muchas maneras, incita a la violencia».
Los tres adversarios del empresario neoyorquino en la batalla por la candidatura de los conservadores en las elecciones presidenciales de noviembre próximo le reprendieron igualmente, en un intento de socavar sus grandes opciones de lograr la nominación.
De ese modo, el senador por Florida Marco Rubio calificó hoy de «aterrador» el clima violento de la campaña de Trump, mientras el gobernador de Ohio, John Kasich, acusó al magnate de crear un «ambiente tóxico» que genera violencia.
Asimismo, el senador por Texas Ted Cruz, principal rival del multimillonario en la disputa presidencial republicana, cargó contra una campaña que «alienta la violencia» y afronta «acusaciones de violencia física contra miembros de la prensa».
Hasta el presidente de EE.UU., el demócrata Barack Obama, afirmó hoy que los líderes políticos «deben alzar la voz contra la violencia», en aparente alusión a los disturbios de Chicago.
«Si rechazan hacerlo, no se merecen nuestro voto», indicó Obama en Texas, en un acto de recaudación de fondos para el Partido Demócrata.
Los altercados de Chicago se suman a otras agresiones ocurridas en mítines y actos de campaña celebrados por Donald Trump.
Este viernes, una reportera del portal de noticias Breitbart denunció por agresión a Corey Lewandowski, responsable de campaña de Trump, quien supuestamente le agarró de la muñeca con fuerza y la apartó cuando ella pretendía hacer una pregunta al empresario.
El pasado miércoles en Carolina del Norte, un asistente a un mitin del otrora presentador del programa televisivo «The Apprentice» («El Aprendiz») golpeó en la cara a un manifestante negro después de que este interrumpiera el evento a gritos.
A raíz de ese ataque, los detractores del empresario le han recriminado las palabras que pronunció en un evento en Las Vegas en febrero, después de que una persona fuera expulsada del recinto tras manifestarse en su contra.
«A gente así la sacaban en camilla en el pasado. Me dan ganas de soltarle un puñetazo en la cara», espetó entonces Trump, sin inmutarse.