La capilla ardiente será el escenario de un acto de homenaje y despedida a las víctimas, cuyos cuerpos serán después entregados a sus familias para que les puedan velar y dar el último adiós en la intimidad.
Los féretros, cubiertos con la bandera tricolor ecuatoriana, corresponden a 17 de los 22 fallecidos, ya que los otros no serán velados en Quito.
Los militares, 19 paracaidistas, 2 pilotos y un mecánico, fallecieron ayer al estrellarse el avión «Aravá» matrícula E206, en el que viajaban como parte de un Curso de Maestros de Salto en Paracaídas.
Los cuerpos de los fallecidos fueron recuperados durante la noche y esta mañana trasladados en avión al aeropuerto de Tababela, en Quito, donde fueron recibidos por familiares, por el presidente del país, Rafael Correa; el ministro de Defensa, Ricardo Patiño, y los altos mandos militares.
«Recibimos los cuerpos de nuestros soldados, junto a sus familiares, junto a sus compañeros. 17 de ellos. 5 cuerpos quedaron con sus familiares en la Amazonía. La imagen de 17 ataúdes con la bandera tricolor jamás se me borrará del alma», escribió Correa en twitter.
Al paso de la caravana fúnebre en su camino hacia la capilla ardiente, militares formaron una calle de honor a la que, de forma espontánea, se sumaron cientos de ciudadanos que despidieron a los fallecidos con aplausos y, algunos de ellos, agitando banderas.
Un decreto ejecutivo firmado por el presidente Correa declara este miércoles y jueves como días de Duelo Nacional y dispone que durante ambos días la bandera nacional ondee a media asta en todos los edificios públicos y privados, civiles o militares.
El decreto expresa la solidaridad del Gobierno con las familias de las víctimas, a las que «se brindará todo el apoyo requerido», agrega.