El cura Paolo Lesmo, de 46 años, está acusado por la fiscalía de Milán de haber mantenido relaciones pagadas entre 2009 y 2011, vía internet, con un menor que se prostituía para adquirir cocaína.
El arzobispado de Milán dice haber tenido noticia de la investigación judicial este mes y asegura que acaba de conocer el hecho de que ese prelado fue sometido a un registro policial en 2013. «El cardenal Scola y sus colaboradores expresan su asombro y su dolor, y rezan por la víctima, por sus allegados y por don Lesmo», pidiendo a sus parroquianos que permanezcan «unidos» en estas fiestas de Semana Santa, afirma el comunicado del episcopado.
La Congregación para la doctrina de la fe también ha abierto un proceso judicial de derecho canónico para investigar el caso. Las instrucciones firmes del Vaticano a las iglesias nacionales desde 2001 de colaborar automáticamente con la justicia y suspender a los religiosos acusados de pederastia se están aplicando con lentitud en Italia y en algunos casos sigue prevaleciendo una cierta protección a los culpables. En el caso del cura milanés, el cardenal Scola afirma haber reaccionado tan pronto como fue puesto al corriente de los hechos.