El Banco del Pichincha, una de las principales entidades financieras de Ecuador, anunció hoy que prepara una estrategia que busca una mayor eficiencia para afrontar una posible desaceleración económica del país en 2016.

«La economía del país podría desacelerarse en el 2016, situación que ya se siente en la poca demanda de crédito y en la baja de las ventas que registran las empresas, lo que genera una mayor contracción económica, creciente desempleo y menor nivel de producción», asegura un comunicado de su Junta de Accionistas.

Asimismo, señala que la nueva estrategia de la institución se orienta a «fortalecer la gestión» del banco «ante posibles riesgos económicos originados por la caída del precio del petróleo, menores ingresos de divisas del exterior y la reducción de ingresos fiscales».

Esos factores, apunta, provocaron en 2015 «una caída acumulada de 3.198 millones de dólares en depósitos en el sistema bancario nacional, lo cual obligó paralelamente a la contracción del crédito».

No obstante, asegura que «los ingresos operativos» obtenidos se incrementaron, lo que le permitió «alcanzar una utilidad neta de 58 millones de dólares, inferior no obstante en un 26 por ciento a la del año previo».

Además, dijo que «los índices de solvencia y liquidez se mantuvieron incólumes, especialmente por las provisiones efectuadas, las más altas del sistema».

Sin embargo, señala que el «difícil escenario» económico que podría afectar al país, obligará al banco a «trabajar fuerte en la búsqueda de la eficiencia, reduciendo gastos e incrementando sus ingresos hasta el 2018».

«Esto se puede lograr mediante la optimización de tasas activas y pasivas, desarrollando nuevos productos y servicios, realizando procesos de migración transaccional para atender a nuestros clientes a través de los canales más eficientes», agrega el informe.

Asimismo, sostiene que la optimización se puede lograr con «una mejor ejecución de proyectos y, en definitiva, reconociendo una reducción del tamaño de la organización conforme a la nueva realidad del país».

El Pichincha informó que la estructura de la entidad también ha sido optimizada con la creación de tres vicepresidencias ejecutivas orientadas a «generar mayores eficiencias operacionales hasta el 2017».

«El banco salió fortalecido frente a un año difícil, entre otras razones, porque se ha mantenido unido y cohesionado», resaltó el gerente general de la entidad, Fernando Pozo.

Finalmente, la junta de accionistas del Pichincha informó que en su última reunión reeligió a sus principales directivos y que Antonio Acosta Espinosa fue nuevamente designado como su presidente.