El Departamento de Salud de Puerto Rico reportó hoy 64 casos nuevos de zika, elevando así a 436 el número de casos confirmados en la isla en lo que va de año, de los que 60 corresponden a mujeres embarazadas.
Ante el alza en el contagio del virus entre mujeres embarazadas, con 16 nuevos casos detectados en la última semana, la secretaria de la agencia, Ana Ríus Armendáriz, ha emitido una orden administrativa para que los planes médicos cubran los métodos anticonceptivos «más eficaces», como dispositivos intrauterinos y la inserción de implantes hormonales.
«El propósito de esta orden es ampliar el acceso a métodos más eficaces mientras continuemos en alerta por el virus del Zika», afirmó la titular de la agencia en un comunicado de prensa, en el que insistió en la prevención como clave para combatirlo.
«Continuar el uso de repelente tanto en actividades al aire libre como cerradas, hacer recorridos alrededor de su hogar y áreas vecinas para eliminar posibles criaderos y utilizar ropa adecuada en tonos claros» son los métodos más eficaces para defenderse de alguna picada del mosquito, enfatizó Ríus.
El ritmo de propagación del virus en la isla, y también en toda la región, es previsible que aumente a medida que suban las temperaturas y lleguen las lluvias, lo que propicia la formación de áreas fértiles para la reproducción del mosquito portador, hasta alcanzar un máximo hacia finales de verano y el comienzo del otoño.
El brote actual del zika en América, un virus nuevo en el continente, está rodeado de preguntas que la ciencia trata de responder a contrarreloj ante lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una emergencia mundial.
Su rápida expansión y las enfermedades que se le asocian han obligado a los organismos y agencias de salud a reconocer lo mucho que se desconoce sobre un virus que fue descubierto en 1947 en el bosque Zika de Uganda.
Si bien el virus del Zika causa síntomas leves entre la mayor parte de infectados, el gran temor tiene que ver con su probable relación con casos del síndrome neurológico de Guillain-Barré y microcefalia en los hijos de mujeres embarazadas infectadas.