El presidente Rafael Correa se reunió ayer con su equipo económico en el Palacio de Carondelet, para definir las acciones que seguirán para enfrentar la crisis por el terremoto de 7.8 grados del sábado. El anuncio de las medidas temporales estaba previsto realizarse anoche mediante cadena nacional. En la mañana, en un conversatorio con medios nacionales, el Jefe de Estado no descartó colocar bonos en el mercado internacional como una de las estrategias para afrontar la catástrofe.
El Mandatario reiteró que la línea de contingencia del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) es de $600 millones. De ese monto $ 160 millones ya estarían en el país. Correa indicó que la cifra total de las pérdidas se conocería en 6 semanas. Sin embargo, precisó que costará miles de millones de dólares la reconstrucción. En una cifra preliminar y sin ser aún la oficial, dijo que podría alcanzar los $ 3.000 millones.
Pero adelantó que en poblaciones como Jama se requerirían $ 60 millones y $ 240 millones en zonas como Pedernales. De la elaboración del informe final está encargada la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) con colaboración de expertos de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal). Según el Mandatario, ciudades como Pedernales presentan problemas en el 70%, Jama en el 80%, Canoa en el 85%. Sin embargo, no todo sería infraestructura pública. Indicó, asimismo, que Bahía de Caráquez deberá ser totalmente reconstruida. El Mandatario agradeció a la comunidad internacional por el apoyo. Hasta el momento a las zonas de desastre se desplazaron 100 vuelos, además de que se entregaron 13.000 toneladas de alimentos. Hay más de 4.000 médicos, 1.500 voluntarios, 8.300 militares y 4.521 policías desplazados.
Tareas de reconstrucción El Presidente manifestó que hasta el momento se registran 525 fallecidos y se encontraron 54 con vida bajo los escombros. Los heridos ascienden a 5.733 y los desaparecidos a 163. Paulatinamente se crearán puntos fijos de abastecimiento en las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) de las zonas de riesgo, para que los damnificados puedan abastecerse de agua y víveres. Precisó que tienen capacidad para entregar 12.000 raciones de víveres diarias. En los albergues, según el Mandatario, están 20.000 personas; es decir 5.000 familias. Correa indicó que los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) de los municipios presentaron problemas en la ejecución de los planes.
Y en Manabí el 64% de la energía se recuperó. En Portoviejo y Manta se recuperó la energía eléctrica y se restablecieron el comercio y los servicios públicos. Correa indicó que ahora están entrando en una nueva etapa, en donde se buscarán albergues y refugios para los damnificados. Por ejemplo, indicó que en Portoviejo se habilitará el exaeropuerto. Organismos como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) entregó 800 carpas; mientras que Colombia destinó otras 3.000 carpas; además que EE.UU. trajo equipos; y China puso a disposición un hospital móvil que actualmente está en Chone.
Sin embargo, pidió a la comunidad internacional apoyo en baterías sanitarias, que sería una de las deficiencias por el momento. En las zonas más afectadas estarían 1.073 rescatistas nacionales y 600 extranjeros. Por ejemplo, Colombia apoya con 177 socorristas; Cuba con 116, entre otros. Correa reiteró en la necesidad de crear una Secretaría de Gestión de Riesgos Sudamericana, que trabaje articuladamente cuando se susciten estos problemas. Además, precisó que se tiene planificado implementar campamentos con condiciones sanitarias para las víctimas en una segunda etapa.
El Mandatario señaló que la reconstrucción de las zonas tomaría meses y años. Sin embargo, dijo que con las lágrimas derramadas por las personas que fallecieron se “sembrará futuro”. Motivó a la unidad nacional y agradeció la solidaridad en estos momentos difíciles. Manifestó que viajará de nuevo a las zonas de riesgo. Tiene previsto recorrer Muisne, Pedernales nuevamente y Jama. “Ecuador saldrá adelante”, dijo el Mandatario. A su criterio, las tareas de reconstrucción empezarán primero por obras de infraestructura pública. El Primer Mandatario estimó que la infraestructura estatal afrontó en forma adecuada el problema al tratarse de un terremoto de casi 8 grados.