El presidente de la comunidad argentina en Ecuador, José Luis Scotto, comentó que su gestión ha sido a través de redes sociales, instituciones no gubernamentales y empresas privadas, que les han permitido trasladar las donaciones que han obtenido y entregarlas directamente en diferentes poblaciones como Bahía de Caráquez, San Vicente, Jama y Canoa, entre otras afectadas por el movimiento telúrico.
Las múltiples donaciones y las acciones de voluntarios les ha permitido instalar también un comedor que despacha diariamente unas 4 500 raciones de comida. La intención de este grupo de argentinos es continuar con estas labores por al menos tres meses, mientras las poblaciones consiguen estabilizar sus actividades y retomar sus vidas.
Informó además que una naviera les ha donado casas prefabricadas para la construcción de albergues, comedores y centros de acopio. Su capacidad es para 250 personas aproximadamente. Las necesidades urgentes, reiteró, son de comida, por lo que invitó a la comunidad a hacer sus donaciones en la sede de ADRA. Su compromiso, aseguran, es que lleguen a los damnificados y «no queden en el camino o se desvíen» a otras comunidades en donde hay suficiente atención.
Finalmente, Scotto informó que aún hay una lista de unos 20 argentinos que permanecen desaparecidos desde el terremoto y de los encontrados todos están con vida.