Diversos contingentes formados por trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), electricistas, pilotos e integrantes de otros gremios convergieron en el Zócalo desde distintos puntos.
Muchos portaban pancartas con lemas como «Fuera Peña», en protesta contra las reformas impulsadas por el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. El mandatario aparecía con nariz de Pinocho en los carteles.
Al cabo de unas cinco horas, los manifestantes se retiraron sin incidentes, no sin antes guardar un minuto de silencio por las miles de personas no localizadas en el país, incluyendo a los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 en Iguala, estado de Guerrero.
También recordaron a los 32 trabajadores que fallecieron a causa de la explosión del pasado 20 de abril en una planta del Complejo Petroquímico Pajaritos en Coatzacoalcos, Veracruz.
En tanto, Peña Nieto encabezó la conmemoración oficial del Día Internacional del Trabajo en la residencia presidencial Los Pinos, donde expresó un su reconocimiento y agradecimiento a los trabajadores de México.
«Con su esfuerzo diario, con su trabajo cotidiano en la pequeña, en la mediana o en la gran empresa, hacen posible que nuestro país esté alcanzando mejores niveles de desarrollo, de progreso y de bienestar para las familias mexicanas», declaró.
El presidente encomió «a todos los trabajadores del país, a sus organizaciones sindicales y a sus dirigentes, con quienes el Gobierno de la República mantiene una relación franca, abierta y constructiva».
Destacó que, con la reforma laboral de 2012, «juntos hemos incrementado la flexibilidad del mercado laboral, incentivado la productividad y fortalecido la transparencia y la democracia sindicales». Ahora «debemos modernizar la justicia laboral», añadió.
Al respecto, recordó que el pasado 28 de abril envió al Congreso un paquete de iniciativas de reforma en materia de justicia cotidiana, incluyendo una propuesta para transformar a fondo la justicia laboral que prevé, entre otras medidas, la creación de centros de conciliación especializados e imparciales.
Durante el acto, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete, anunció que en las próximas semanas el Gobierno, sindicatos y empleadores forjarán un acuerdo en materia de recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo y promoción de la formalidad y la productividad.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) urgió a autoridades y empresarios a «fortalecer los programas, normas y mecanismos encaminados a impulsar el desarrollo económico, social y cultural de las y los trabajadores, y su derecho a percibir una remuneración digna y a asegurar la ocupación plena y productiva».