El cementerio de neumáticos, declarado ilegal desde el año 2009 y que acumula cinco millones de llantas usadas, está ubicado a 36 kilómetros al sur de Madrid y se expande a lo largo de once hectáreas a menos de medio kilómetro de una zona urbana.
Numerosos efectivos de bomberos llevan a cabo labores de extinción del fuego, que según las autoridades locales podría prolongarse durante una semana.
Los técnicos analizan si el humo puede causar problemas al tráfico ferroviario o aéreo, aunque no se plantea por ahora el desalojo de los centro urbanos próximos.
La previsión es que la columna de humo negro empiece a dispersarse a media tarde de hoy, cuando se prevén lluvias, y que arrastre las partículas lanzadas al aire por el incendio.
Los neumáticos comenzaron a acumularse en Seseña a finales de los años 90, pero la montaña creció tanto que ocupa terrenos de municipios cercanos, lo que ha generado querellas en los juzgados por daños medioambientales.
Precisamente, el hecho de que se extienda por municipios de dos comunidades ha dificultado la gestión de este vertedero, declarado ilegal desde 2009, así como las gestiones para retirar las ruedas para tratar de solucionar el grave problema medioambiental.