«Hoy exactamente hace un mes nos golpeó la peor tragedia de las últimas 7 décadas. Nuestro abrazo solidario a todas las familias de las víctimas, así como a aquellos que lo perdieron todo en lo material. El dolor es inmenso, pero mayor es la esperanza», escribió Correa en su cuenta de Twitter.
Añadió que ese «desastre probó la fibra del pueblo ecuatoriano, y nos podemos sentir orgullosos».
«Demostramos que somos un país que sabe unirse por encima de las diferencias. Los actos heroicos son incontables. Un país totalmente distinto al de las estériles discusiones políticas cotidianas, o al de las barbaridades que se publican en las redes sociales», añadió.
Informó que esta semana realizará una reunión con su gabinete de Gobierno en la ciudad de Pedernales, una de las zonas más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter, uno de los más fuertes ocurridos en el país andino.
«Como una muestra aun mayor de voluntad de salir adelante, hemos decidido ir directamente al epicentro del terremoto, es decir, a Pedernales. Estoy seguro que los compañeros de San Vicente sabrán entender esta decisión», dijo en referencia a la ciudad donde había anticipado el fin de semana que se haría la reunión.
El terremoto dejó 660 muertos y miles de damnificados.