«Hemos decidido suspender a partir del 17 de junio los vuelos entre Fráncfort y Caracas hasta nueva orden», indicó a la AFP un portavoz de la compañía. Lufthansa cubre actualmente tres vuelos semanales a la capital venezolana.
«Esta decisión se debe a la difícil situación económica y al hecho de que no sea posible transferir las divisas extranjeras fuera del país», debido al control de cambio que se introdujo en los últimos años y que impide a las empresas extranjeras convertir sus ingresos locales en dólares para después repatriarlos, añadió el portavoz.
Venezuela dispone de las mayores reservas de petróleo del mundo pero se ve actualmente afectado por la caída de los precios del crudo, que aporta el 96% de las divisas. El gobierno tomó varias medidas de restricción de movimiento de capitales.
Esta crisis se traduce en escasez de productos básicos, de los que Caracas ya no puede pagar la importación, obligando a los venezolanos a esperar durante horas delante de los supermercados y a soportar la peor inflación del mundo, a un 180% al año en 2015.
En este contexto, el presidente Maduro se enfrenta a una fuerte presión de la oposición, que quiere organizar para finales de año un referéndum para revocarlo, apoyándose en el descontento popular.