«Vamos a cooperar con la justicia sueca para que ellos tomen unas declaraciones. Lo dijimos desde el principio», manifestó el diplomático al portal electrónico Ecuadorinmediato.
La Fiscalía sueca indicó el miércoles que pidió autorización a Quito para interrogar a Assange, en la legación ecuatoriana en Londres, sobre acusaciones de violación que pesan sobre él.
«La solicitud escrita ha sido enviada recientemente por el ministerio de Justicia a la Fiscalía ecuatoriana. No podemos decir cuándo llegará la respuesta», anunció el organismo sueco en un comunicado.
Patiño indicó que Assange rendirá la declaración «en función de la ley» ecuatoriana porque «está bajo la jurisdicción de nuestro país».
Añadió que si bien desconoce «exactamente el procedimiento», la Fiscalía de Ecuador será la que tome las declaraciones de Assange posiblemente ante fiscales suecos.
Una vez obtenido el permiso, el interrogatorio estará a cargo del fiscal general de Suecia, Ingrid Isgren, en fecha aún por determinar, según Estocolmo.
El creador de WikiLeaks, de 44 años y acusado por una sueca de una violación que habría sido cometida en la región de Estocolmo en agosto de 2010, está refugiado en la embajada ecuatoriana de Londres desde 2012 y recibió asilo de Quito.
El australiano, sobre quien pesa una orden de arresto europea, rehúsa regresar a Suecia por miedo a ser extraditado a Estados Unidos, donde se le reprocha la publicación por WikiLeaks en 2010 de 500.000 documentos clasificados sobre Irak y Afganistán, así como 250.000 comunicaciones diplomáticas.
Tras haber descartado un interrogatorio en Londres, los jueces suecos habían aceptado en 2015 viajar a Londres para tomar declaración a Assange, pero Ecuador rechazó abrirles las puertas de la embajada en ausencia de un acuerdo bilateral, que fue alcanzado en diciembre pasado.
El ministro ecuatoriano expresó el miércoles: «La pregunta es por qué se demoraron tanto» los suecos en decidirse a tomar declaraciones al australiano en la legación ecuatoriana, como Quito lo había solicitado a raíz de que Assange se refugió en la legación.
«Ahí tenemos sospechas, y se confirma lo que antes hemos dicho, creemos que realmente hay un proceso de persecución. Por eso dimos el aval nosotros para el asilo político», añadió.
Assange, quien de acuerdo con Patiño «está afectado especialmente de su salud psicológica» por el encierro, corría el riesgo hasta fines de agosto último de ser acusado de agresión sexual, pero este cargo prescribía cinco años después de los hechos.
En el caso de la violación por el que sería interrogado, la prescripción se producirá en 2020 si no se abre hasta entonces un procedimiento penal.