Zorrilla dijo que, si bien la ayuda humanitaria ha sido buena, todavía existen «importantes necesidades» en las zonas devastadas por el movimiento telúrico. Asimismo, informó que del llamamiento de $ 73 millones que hizo la ONU, sólo se ha desembolsado $ 11 millones, que representa el 15%. Por tal motivo, Zorrilla instó a la comunidad internacional a continuar con la ayuda, sobretodo humanitaria.
De los $ 11 millones, dijo Zorrilla, 26% se destinó a agua, 17% a vivienda, 33% a alimentación, 12% a salud, 4% a albergues, entre otros. Además, señaló que 73.000 personas fueron desplazadas por el terremoto, de las 29.000 viven en albergues y 40.000 en casas de acogida.
En cuanto al aspecto educativo, el representante de la ONU manifestó que 140.000 niños y adolescentes tuvieron problemas en regresar al sistema educativo. No obstante, de esa cifra, dijo, 20.000 regresaron a clases, pero 120.000 aún no lo han hecho. Asimismo, refirió que un 30% de víctimas del devastador sismo tiene dificultades alimenticias, que 1’200.000 personas tienen acceso limitado a servicios de salud y que 350.000 víctimas tienen problemas de interrupción del servicio de agua.
Por otro lado, Zorrilla informó que se han desplegado 250 ingenieros para que realicen una primera evaluación de los daños estructurales de las casas afectadas. De igual forma, comentó que se ha capacitado a alrededor de 1600 policías y militares para que puedan brindar protección, sobretodo a quienes se encuentran en los albergues.
Para mitigar en cierto modo las afectaciones del desastre natural, Zorrilla dijo que se han entregado 475 000 kits de alimentos, 27 campamentos con estructuras de agua, saneamiento e higiene, 3 vuelos con 113 millones de toneladas de ayuda, entre otras acciones. No obstante, reiteró que la ayuda debe seguir llegando para las zonas afectadas.