Freddy Paredes, quien viajó hasta la zona de desastre, aseguró que se puede evidenciar una ciudad que empieza a levantarse, con un movimiento comercial parecido al que tenía antes de la tragedia, aunque todo se desarrolla sobre ruinas. Dijo que los predios de los que ya se han retirado los escombros, y en los que no se prevé construir todavía, sirven de espacio para que los comerciantes desarrollen sus actividades de forma provisional.
La mayor actividad se puede evidenciar, según Freddy Paredes, debido al tráfico que ha vuelto a copar las calles de Pedernales con autos y tricimotos, que es una de las principales formas de transporte en las ciudades costeras de Ecuador.
Comentó que hay dos albergues grandes en la ciudad. Uno de ellos acoge a alrededor de 700 personas y otro que fue inaugurado el fin de semana por el presidente Rafael Correa. Allí permanecen las familias que no han podido retomar el ritmo de sus vidas tras perderlo todo.
Sobre el levantamiento de la información respecto de los damnificados para que puedan acceder a los bonos de ayuda del Gobierno, Paredes aseguró que continúan en ese proceso pero que falta información para que los ciudadanos conozcan lo que deben hacer para acceder a beneficios como el bono para familias acogientes, el de reconstrucción, arriendo o compra de vivienda. Otro dilema, dijo, es que no hay la infraestructura suficiente para que los lugareños puedan arrendar y abandonar los albergues. Para ello deberían hacerlo en las afueras de Pedernales, alternativa que no consideran viable.
Paredes confirmó que continúa la demolición de estructuras aunque prácticamente en su etapa final, mientras que el restablecimiento de los servicios básicos aún es deficitario, especialmente en lo que a agua potable y alcantarillado respecta. Lo que hace la gente es buscar la manera de dotarse de agua y continúan recibiendo donaciones.