El organismo y los ex Presidentes: José Luis Rodríguez Zapatero, de España; Leonel Fernández, de República Dominicana y Martin Torrijos, de Panamá, que acompañan el proceso de diálogo en Venezuela, consideran que cualquier tipo de violencia puede “afectar la firme determinación de todos los venezolanos, apoyados por la comunidad internacional, por generar las condiciones que permitan llegar a una convivencia pacífica”.
En un comunicado la Unasur hace un “firme llamado a las autoridades competentes para esclarecer los hechos y responsabilidades correspondientes”.
Esta mañana se registró un enfrentamiento entre estudiantes y policías en el centro de caracas. Los universitarios exigían al Consejo Nacional Electoral definir el cronograma para la validación de unas firmas entregadas como requisito para activar el revocatorio.
Un grupo de diputados opositores también fue impedido por las fuerzas de seguridad de ingresar al edificio del CNE, desatándose choques con partidarios oficialistas que agredieron al jefe de la mayoritaria bancada de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Julio Borges.
Por su parte el presidente Nicolás Maduro denunció que los actores de la derecha promueven acciones violentas para justificar la intervención política y militar de la nación.
“El impulso de la violencia política, la violencia criminal y el bachaqueo son las tres líneas de acción que guían la actuación de la derecha venezolana, en sus pretensiones de quebrantar la paz de Venezuela para justificar una intervención extranjera”, advirtió el mandatario desde el Palacio de Miraflores.
Agregó que los grupos de oposición «utilizan el poder para promover el desprecio al pueblo, la violencia, que condeno en todas sus formas».
Maduro denunció que la estrategia es llenar el país de violencia para que la Organización de Estados Americanos (OEA) pueda aplicar la mal llamada carta democrática. «El plan de la derecha es abrir las puertas a una intervención política y militar en Venezuela».