Omar Mateen, de 29 años, de Fort Pierce, Florida, tomó un rifle de asalto y una pistola, entró al concurrido club Pulse alrededor de las 2:00 a.m. hora local del domingo y comenzó a disparar.
Durante el ataque, Mateen llamó al número de emergencias 911 para jurar lealtad al grupo terrorista ISIS y mencionó a los atacantes de la maratón de Boston, de acuerdo con un oficial.
Luego de tres tensas horas, mientras la gente atrapada dentro del club llamaba desesperadamente a la policía y enviaba mensajes a amigos y familiares, la policía irrumpió en el edificio con un vehículo blindado y granadas aturdidoras y mataron a Mateen.
«Parece ser que él estaba muy bien organizado y preparado», dijo John Mina, jefe de la policía. Las autoridades dicen que no tenía cómplices.
‘Un acto de odio’
Simpatizantes de ISIS han reaccionado en foros de Internet con elogios al ataque.
«Sabemos lo suficiente para decir que este fue un acto de terror y un acto de odio», dijo el presidente Barack Obama en un mensaje a la nación desde la Casa Blanca.
Aunque la violencia ha golpeado cada una de las comunidades de Estados Unidos, «ese es un día especialmente desgarrador para nuestros amigos que son lesbianas, gay, bisexual y transgénero», dijo.
Omar Mir Seddique Mateen nació en Nueva York en 1986. Más recientemente vivió en Fort Pierce, a unos 176 kilómetros al sureste de Orlando. Ante el temor de la presencia de explosivos, la policía evacuó a unas 200 personas del complejo de apartamentos donde vivía, mientras se registraba la residencia en busca de evidencia.
Los padres de Mateen, que son de Afganistán, dicen que él había expresado enojo luego de que vio a dos hombres besarse en Miami, pero que no lo consideraron particularmente religioso y no sabían de alguna conexión con ISIS.
Él se casó en 2009 con una mujer originaria de Uzbekistán, de acuerdo con el acta de matrimonio, pero él presentó documentos para divorciarse en 2011.
Sitora Yusufiy, entrevistada por CNN en Boulder, Colorado, dijo que ella y Mateen estuvieron juntos por cuatro meses, pero que tomó mucho completar el divorcio porque ambos vivían en distintas partes del país tras su separación.
Mateen era un esposo normal al principio del matrimonio pero comenzó a abusar de ella luego de unos meses, dice la muer. Mateen era bipolar, aunque no había sido diagnosticado de manera formal. Ella dijo que Mateen tenía tiempo tomando esteroides. Él era religioso pero ella dice que no cree que la religión haya jugado un papel central en el ataque.
De acuerdo con un documento de una hipoteca, Mateen se casó nuevamente con una mujer llamada Noor Salman y vivían en un condominio de Fort Pierce. Sara Sidney de CNN habló con una fuente en Rodeo, California, que conoce también a la familia. Esa fuente dijo que la madre de Salman lloró y se preguntaba entre lágrimas: «por qué Dios me ha hecho esto?».
Mateen había trabajado desde 2007 como un agente de seguridad en la empresa G4S Security Solutions, una de las compañías de seguridad privada más grandes del mundo.
Un mensaje en árabe publicado en un sitio oscuro asociado con la agencia Amaq, que difunde contenido de ISIS, dijo que «el ataque armado contra un club gay en la ciudad de Orlando en el estado estadounidense de Florida y que dejó más de 100 muertos y heridos fue realizado por un combatiente del Estado Islámico».
Pero Salman Abdelazis, de CNN y quien tradujo el mensaje y monitorea al grupo, dijo que esto se debe tomar con cautela.
Ella dice que el lenguaje es inconsistente con anuncios previos de ISIS y que se utilizó la palabra gay en árabe, en vez de una grosería normalmente usada por ISIS. Además, no hubo reivindicación de que el ataque fue dirigido, sino una ‘adjudicación tras el hecho’ de que se trató de un militante de ISIS.
Ronald Hopper, un agente especial del FBI, dijo que la agencia conocía a Mateen. El FBI lo entrevistó en 2013 y en 2014 luego de que expresó simpatía por un atacante suicida, dijo Hopper.
«Esas entrevistas resultaron no concluyentes por lo que no hubo nada para mantener la investigación abierta», dijo Hooper.
Mateen no estaba bajo investigación al momento del ataque del domingo y no estaba bajo vigilancia, dijo Hopper.
En las últimas dos semanas, Mateen compró de manera legal una pistola Glock y un arma larga, dijo a reportero Trevon Velinor, agente especial de la ATF.
No se ha confirmado si esas fueron las armas utilizadas en el ataque.
«Él no era una persona prohibida. Ellos pueden legalmente entrar a una tienda de armas y adquirir y comprar armas de fuego. Él lo hizo. Y lo hizo e las últimas dos semanas», dijo Velinor.
La escena dentro del club
El Pulse se describe como «el bar gay más candente» en el corazón de Orlando. Horas antes del tiroteo, el club invitaba a asistir a su evento latino el sábado por la noche. El club es enorme, tiene un espacio al aire libre y tenía a más de 300 clientes al momento del ataque.
La gente dentro del club describió una escena de pánico que se volvió más confusa debido a la fuerte música y a la oscuridad.
«Primero sonó como si fuera parte del espectáculo porque había un evento y todos estábamos pasándola bien», dijo Andy Moss. «Pero una vez que la gente comenzó a gritar y los disparos continuaban, sabíamos que no era más un espectáculo».
Christopher Hansen dijo que estaba pidiendo una bebida en el bar a las 2:00 a.m. y que vio «cuerpos caer». Él escuchó disparos, «uno tras otro, tras otro».
Los disparos duraron tanto que el tiroteo «pudo haber durado una canción completa», dijo.
Cuando ocurrieron los disparos, Hansen se tiró al piso, se arrastró con los codos y las rodillas antes de ver a un hombre que había recibido disparos.
«Me quité mi pañuelo y se lo puse en el orificio en su espalda», dijo Hansen, quien agregó que vio a toda mujer que al parecer tenía un disparo en el brazo.
Sobrevivientes dieron a CNN recuentos dramáticos de como burlaron a la muerte. Una persona se escondió en el baño y se cubrió de cuerpos para protegerse. Algunos de los integrantes del espectáculo se escondieron en un vestidor cuando comenzó el tiroteo y escaparon del edificio hasta que la policía quitó una unidad de aire acondicionado.
Una de las cantineras dice que ella se escondió debajo de la barra. La policía vino y dijo. «Si estás viva, levanta tus manos», entonces la policía la tomó y la sacó junto con otros.
Luego del ataque inicial, la policía rodeó el club mientras Mateen estaba dentro junto con clientes escondidos en baños y otras partes del edificio. La gente dentro del club se estaba comunicando con sus teléfonos con las autoridades hasta que alrededor de las 5:00 a.m. se usó un vehículo blindado para tirar la puerta del edificio.
Hospital rebasado por el número de víctimas
En total, 39 personas y Mateen fueron declarados muertos en el lugar. Dos cuerpos se encontraron en el estacionamiento, dijo el alcalde Buddy Dyer. Al menos 11 personas fueron llevadas a hospitales donde fallecieron.
La ciudad de Orlando ha publicado los nombres de los asesinados en un sitio e Internet luego de que los familiares son notificados. El más joven de los muertos hasta ahora nombrados ha sido Luis Omar Ocasio-Capo, de 20 años.
Los otros fallecidos hasta ahora identificados son Edward Sotomayor Jr., de 34 años; Stanley Almodovar III, de 23 años; Juan Ramón Guerrero, de 22 años; Eric Iván Ortiz-Rivera, de 36 años; Peter González Cruz, de 22 años; Luis S. Vielma, de 22 años; Kimberly Morris, de 37 años; Eddie Jamoldroy Justice, de 30 años; Darryl Roman Burt II, de 29 años; Deonka Deidra Drayton de 32 años; Alejandro Barrios Martínez, de 21 años; Anthony Luis Laureanodisla, de 25 años; Jean Carlos Méndez Pérez, de 35 años; Franky Jimmy De Jesus Velazquez, de 50 años; Amanda Alvear, de 35 años; Martín Benítez Torres, de 33 años, y Luis Daniel Wilson León, de 37 años.
Antes del domingo, el peor ataque a tiros en la historia de Estados Unidos fue en el Tecnológico de Virginia en 2007, donde hubo 32 muertos, al que le seguía el ataque a la escuela Sandy Hook en 2012, con 27 muertos. Catorce personas murieron el 2 de diciembre pasado en San Bernardino, California.
Los medios nacionales ya tenían bajo los reflectores a Orlando el fin de semana luego de que la noche del viernes asesinaron a la cantante Christina Grimmie mientras firmaba autógrafos tras una presentación. Ella era una artista que había aparecido en el programa The Voice de la cadena NBC. El atacante se suicidó. El ataque en el Pulse ocurrió a solo kilómetros del lugar donde Grimmie fue asesinada.
El alcalde Dyer pidió a la ciudad unirse. «Necesitamos apoyarnos unos a otros. Necesitamos amarnos unos a otros. No vamos a ser definidos (como ciudad) por un atacante lleno de odio», dijo.
El presidente Barack Obama pidió que las banderas ondearan a media asta y el gobernador de Florida, Rick Scott, llamó a un momento de silencio en la nación a las 6:00 p.m. el domingo. Se declaró el estado de emergencia en la ciudad de Orlando y en el condado de Orange.
Arresto en Santa Mónica
También el domingo, las autoridades de West Hollywood, California, detuvieron a James Wesley Howell, de 20 años. Dicen que le encontraron un arsenal en su auto que incluye tres rifles de asalto, cargadores de municiones de alta capacidad y cinco galones con químicos que pueden ser usados como un dispositivo explosivo.
Hasta ahora no hay indicación de que el arresto está relacionado con el ataque en Orlando.
‘Este es un crimen de odio’
Numerosos grupos denunciaron el ataque, incluyendo el Vaticano, el presidente de Afganistán y el Consejo para las Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR).
«Este es un crimen de odio, simple y claro», dijo Ibrahim Hooper, director nacional de comunicaciones de CAIR. «Lo condenamos en los términos más fuertes».
Nadine Smith, de Equality, Florida, dijo que grupos están planeando vigilias en todo el país. «Esto ha sido un día devastador pero la gente está comenzando a manifestarse», dijo.
Barbara Poma, dueña del club Pulse, dijo que los empleados han sido como una familia para ella.
«Desde el principio, el Pulse ha servido como un lugar de amor y aceptación para la comunidad LGBTQ», dijo. «Quiero expresar mi profunda tristeza y condolencias a todos los que han perdido a sus seres queridos. Por favor sepan que mi dolor y mi corazón están con ustedes».