Según las investigaciones los menores eran trasladados vía terrestre en buses interprovinciales desde Esmeraldas hasta Quito. Sara M. acogía a los pequeños en una unidad educativa, donde se encargaba de alimentarlos, vestirlos y cuidarlos.
Una empleada del plantel hacia llenar una ficha de registro a los interesados de adopción de los pequeños, quienes se comprometían a recibir a una niño, niña o adolescente damnificado por el terremoto.
La directora de la Dinapen, coronel Ivonne Daza, manifestó que “las investigaciones continuarán, no se permitirá que se vulneren los derechos de nuestros niños víctimas del desastre del 16 de abril”.
Los infantes fueron ingresados a diferentes casas de protección en coordinación con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) para su cuidado y protección.