Michael Sandford se encuentra detenido sin posibilidad de liberación bajo fianza debido a que es peligroso y existe un riesgo de fuga, dijo a la AFP Natalie Collins, portavoz de la fiscalía. Según la acusación, Sandford se acercó a un agente del servicio secreto, Ameel Jacob, afirmando que quería «pedir un autógrafo a Trump» y luego «intentó apoderarse de su arma». Explicó que había elegido a ese agente porque tenía el arma desbloqueada. Sandford, que el lunes fue procesado por «acto de violencia en un predio privado», un crimen que puede acarrear más de 10 años de cárcel y $ 250.000 de multa, deberá comparecer nuevamente ante la justicia el próximo 5 de julio.
El consulado local «aporta asistencia a un ciudadano británico detenido en Las Vegas», señaló un portavoz del ministerio británico de Relaciones Exteriores sin dar más detalles. El incidente tuvo lugar el sábado, durante un acto electoral de Donald Trump en el casino Treasure Island de Las Vegas. Ese día Michael Sandford trató de desarmar a un policía pero fue neutralizado por agentes de seguridad, según la acusación presentada ante un tribunal federal de Nevada. «Sandford reveló que planeó venir a Las Vegas con el objetivo de matar a Trump», precisa la acusación presentada por un agente del servicio secreto, cuerpo de protección del presidente y otras personalidades, incluidos los candidatos a la elección presidencial. Tras ser detenido, el joven confesó a los detectives que el viernes fue a un polígono de tiro de Las Vegas para aprender a disparar y que hasta ese día nunca había empuñado un revólver.
El acusado reconoció que probablemente no hubiera tenido la posibilidad de disparar más de una o dos balas y se declaró convencido de que la policía lo hubiera matado durante el intento, según la acusación. Sandford declaró además que había comprado una entrada para otro mitin en Phoenix (Arizona, suroeste), con la intención «de volver a intentar matar a Trump» si su plan fracasaba en Las Vegas. El joven británico que vive en Estados Unidos desde hace un año y medio, residió durante un tiempo en el estado de Nueva Jersey (este) antes de instalarse en California.
Durante el interrogatorio, Sandford dijo que planeaba matar a Trump «desde hacía un año» y que «si era liberado, volvería a intentarlo», siempre según la acusación. Donald Trump y sus portavoces se negaron a comentar las informaciones sobre el incidente. En marzo pasado, un estudiante de 22 años había intentado irrumpir en la tarima donde Trump pronunciaba un discurso para, según dijo, denunciar las declaraciones racistas del candidato.
El estudiante había sido interceptado por agentes de seguridad y acusado de alteración del orden público. Los mítines de Donald Trump dan lugar a menudo a incidentes y provocan manifestaciones con actos de violencia que generan detenciones. El candidato republicano ha sido acusado de generar tensiones, acusación que él rechaza, con sus declaraciones hostiles hacia los mexicanos y los musulmanes. La web Politico afirmó por su parte que el equipo de seguridad de Donald Trump en más de una ocasión «atizó, en vez de atenuar, la tensión en torno a la campaña».