Seis jurados decidieron, en dos semanas, el caso en el juicio civil por uno de los más emblemáticos casos de violación de derechos humanos cometidos durante la dictadura en Chile de Augusto Pinochet (1973-1990).
Afuera del tribunal federal en el centro de Orlando, en estado sureño de Florida, la viuda del cantante, Joan Jara, de 89 años, expresó sentirse «feliz» tras obtener algo de justicia 43 años después del crimen.
«Feliz, en el sentido de lo que hemos tratado de hacer por más de 40 años. Hoy fue por Víctor», dijo flanqueada por sus dos hijas. «Esta fue la primera señal de justicia en este caso y ocurrió aquí en Estados Unidos», añadió. Pero la defensa de Barrientos advirtió que podría apelar la decisión.
«Obviamente estamos decepcionados. Vamos a explorar nuestras opciones en relación con las apelaciones», dijo su abogado Luis Calderón. El 12 de setiembre de 1973, al día siguiente del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, el popular folclorista chileno fue detenido y torturado junto a otros 5.000 prisioneros.
Murió cinco días después en el entonces Estadio Chile, hoy llamado Víctor Jara. Los denunciantes esperan que el juicio, aunque de carácter civil, reactive la petición de extradición de Barrientos a Chile, que desde 2014 permanece sin respuesta de las autoridades estadounidenses.
«Esperamos que el gobierno estadounidense tome nota del pedido chileno de extradición para encarar la justicia en Chile», dijo Kathy Roberts, abogada del Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA, por su sigla en inglés), un grupo de derechos humanos radicado en San Francisco que en 2013 presentó la demanda en nombre de la familia. Once exmilitares han sido procesados en Chile por la muerte del cantautor, aunque Barrientos es señalado como su principal responsable.
Jara era militante del Partido Comunista y ferviente defensor del proyecto de Unidad Popular que encabezó entre 1970 y 1973 el presidente socialista Salvador Allende. Su asesinato inspiró a decenas de músicos en todo el mundo, desde Joan Báez a Bono. La dictadura de Pinochet dejó más de 3.200 muertos.