Tras su recorrido, las autoridades verificaron que aunque no se reportaron daños mayores, la gente estaba muy asustada junto a sus familias y que pese al cuidado y bienestar con los que cuentan en los albergues, piden que pronto la “tierra deje de temblar”.
En los albergues Muisne 1 y 3 existen 180 familias con un total de 750 personas que cuentan con cuatro cocinas, baños para hombres y mujeres, áreas lúdicas para los niños y niñas, cinco bodegas, dos infocentros, cuatro lavanderías y dos canchas deportivas. Al número total de damnificados se incorporarán 50 familias más al refugio Muisne 3, que corresponden a 223 personas provenientes de la isla, por las réplicas acontecidas.
Además, en los albergues cuentan con resguardo policial las 24 horas, con un contingente de 50 efectivos policiales, de los cuales 36 son agentes mujeres y 14 varones, quienes controlan el ingreso y salida de personas y gestionan las tareas lúdicas con grupos vulnerables. También previenen que exista violencia intrafamiliar, entre otros delitos como los sexuales.
Por otra parte, el Primer Mandatario, en declaraciones a los medios de comunicación, indicó que extenderá el estado de excepción para las provincias de Manabi y Esmeraldas, por un tiempo de 90 días hasta que las réplicas finalicen.
Explicó que el estado de excepción permitirá fortalecer las acciones ante eventuales sucesos y principalmente volcar todos los esfuerzos del Estado en su conjunto. El fin es “atender a las personas en el área de prevención y en la atención prioritaria en caso de ser requerida”. Sobre la respuesta de la población indicó que se ha creado un poco de zozobra, sobre todo tras la segunda réplica que fue muy fuerte y solo en Muisne 50 familias solicitaron albergue.
El recorrido en este cantón culminó con la visita al campamento educativo provisional, donde las autoridades verificaron que se terminan los trabajos para su funcionamiento. Acto seguido se trasladaron al helipuerto para regresar a la capital.