El líder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Nicolás Rodríguez, reiteró este lunes la voluntad de ese movimiento para dialogar con el Gobierno colombiano en busca de la paz, pero afirmó que tal proceso será distinto al establecido con las también guerrilleras FARC-EP.

EFE

“Hemos dicho que respetamos las conversaciones iniciadas con nuestros compañeros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), aunque nuestro proceso tiene diferencias”, insistió el comandante de esa primera guerrilla involucrada igualmente en el conflicto interno.

Desde el pasado 30 de marzo representantes gubernamentales y del ELN dieron a conocer su decisión de comenzar pláticas oficiales en Ecuador, sin embargo hasta la fecha no existe cronograma para tales citas.

En una entrevista publicada por el portal digital Radio Nacional Patria Libre (Ranpal), Rodríguez aseguró que la sociedad deberá desempeñar un rol protagónico en la construcción de los acuerdos con el Ejecutivo.

“Nos referimos particularmente a la participación de las víctimas dejadas por la larga conflagración bélica, de los millones de ciudadanos que viven en zonas castigadas por la guerra interna, los exiliados”, insistió el dirigente de esa organización rebelde, menos numerosa que las FARC-EP pero activa desde hace más de 50 años.

En su opinión sólo esa retroalimentación garantizará el éxito de las venideras conversaciones con el Gobierno.

Luego del anuncio del 30 de marzo, el presidente Juan Manuel Santos condicionó el comienzo de los diálogos con el ELN a la liberación de todas las personas retenidas por esa agrupación, la cual rechaza cualquier requerimiento previo a los debates.

La radicalización de las posiciones mantiene distanciadas a las partes y estancados los diálogos; en tanto las discusiones con las FARC-EP transitan hacia la que pudiera ser su fase final.

Adicionalmente el ELN aboga por la instauración de un cese el fuego bilateral para propiciar un clima de entendimiento, propuesta rechazada por la actual administración que mantiene la ofensiva militar contra los campamentos de esos insurgentes.

Única en el continente la larga contienda causó unos 300 mil muertos, en tanto casi siete millones de personas permanecen desplazadas de sus lugares de origen y al menos 45 mil están desaparecidas.

Políticos y analistas insisten en que sin el ELN la paz de Colombia será incompleta.