Lo hizo en el Wells Fargo Center de Filadelfia, donde compartió el escenario con nadie más y nadie menos que la primera dama Michelle Obama y Bernie Sanders, los oradores centrales durante el primer día de la Convención Nacional Demócrata.
Su segundo nacimiento ocurrió el 21 de noviembre de 2014 en medio de un discurso del presidente Barack Obama a la Nación sobre el sistema inmigratorio de EE.UU. Tenía 26 años y muchos sueños rotos.
Originalmente llegó a este mundo en Durango, México, hace 28 años.
A Astrid Silva la trajeron a Estados Unidos cuando tenía cuatro años. Sus únicas pertenencias eran una cruz, su muñeca y un vestido que su madre le había hecho, dijo entonces el presidente Obama de la joven mexicana que inspiró DACA, su acción ejecutiva sobre inmigración.
Ella lo confirmó este lunes con sus propias palabras: “A los cuatro años, mi madre y yo subimos a una balsa y atravesamos el río (Bravo) para unirnos a mi padre en búsqueda de una mejor vida en los Estados Unidos. Lo único que llevaba conmigo era una muñeca”, dijo emocionada.
De ser una inmigrante indocumentada que vivía en las sombras, Silva pasó a ser una reconocida activista en favor de los ‘dreamers’ en Estados Unidos, con la bendición del presidente, quien en la alocución de aquel día exaltó su historia de progreso gracias al esfuerzo y la esperanza.
Creció como una niña “común y corriente”, pero mientras sus amigas hacían cosas “comunes y corrientes”, comentó que ella “no podía porque mis padres temían que alguien descubriera que era indocumentada”.
En 2014 Obama contó que el padre de Silva trabajaba como jardinero, mientras su madre limpiaba la casa de otras personas: “Ellos no la dejaban presentar a Astrid una solicitud para ingresar a una escuela especializada de tecnología por temor a que los trámites revelaran que ella era un inmigrante indocumentada; por lo que ella presentó la solicitud a espaldas de sus padres e ingresó”.
Por el sueño americano
Silva resaltó en su discurso que “mi familia creía de manera tan profunda en la promesa de este país que lo arriesgamos todo por el sueño americano”.
Siguió viviendo en las sombras hasta que su abuela murió. No poder viajar al funeral por temor a ser descubierta y deportada la impulsó a abogar por ella misma y por otros como ella.
“Conozco de primera mano lo que conlleva graduarse de la universidad, especialmente como estudiante indocumentada. Tras un trayecto de 10 años, finalmente logré graduarme”, dijo.
Dos años atrás Obama quizá la impulsó con esa decisión, tras preguntarse en su discurso sobre inmigración: “¿Somos una nación que echa a un inmigrante esperanzado que se esfuerza como Astrid o somos una nación que encuentra una manera de darle la bienvenida?”.
Silva se convirtió en uno de los llamados ‘Dreamers’, jóvenes protegidos de la deportación por la Acción Diferida de 2012 contra los Llegados en la Infancia (DACA) pero sus padres permanecían en situación de riesgo.
En su discurso de este lunes en Filadelfia, dijo que a pesar de que la acción de inmigración que tomó el presidente Obama la protegió, “vivimos con un miedo constante de que se puedan llevar a nuestros padres”.
Fue entonces cuando arremetió contra el rival de Clinton por la presidencia. “Cuando Donald Trump habla de deportar a 11 millones de personas, se refiere a destrozar familias”, dijo. “Hillary Clinton entiende que no somos así como país”.
Astrid Silva renació una vez más en la Convención Nacional Demócrata de Filadelfia. Esta vez, bautizada con fuego por la primera dama del país, Michelle Obama, y el senador Bernie Sanders, como la activista ‘dreamer’ que quiere hacer soñar y renacer a otros jóvenes indocumentados.