Alcanzó su boleto a Río 2016 luego de quedar quinto en el Grand Prix de Dusseldorf, Alemania. Por eso no olvida el día de su clasificación: el 19 de febrero de este año. Se mostró muy orgulloso por ser uno de los abanderados de la delegación tricolor distinción que le otorgó el presidente del Comité Olímpico Ecuatoriano, Augusto Morán. Cuando recibió la bandera dijo: “Dejaré la vida y el alma para lograr esa medalla (…) Esto me obliga a darlo todo. Esta designación me motiva más, me llena de ilusión”.
Preciado ha cosechado éxitos desde los diez años, cuando empezó con la práctica de judo. Así lo destaca Roberto Ibáñez, quien lo entrena desde las categorías menores. Al igual que la mayoría de deportistas no sabe cuántas medallas tiene, pero sabe que son muchas. En la provincia de El Oro hay mucha expectativa por su participación, no solo por la medalla obtenida en los Panamericanos sino porque hasta ahora es el único deportista en la historia de la provincia que va a unas Olimpiadas.
Por el momento continúa con su rutina de entrenamiento diario de cara al certamen ecuménico, dejando solo un espacio para estudiar a sus rivales. Preciado ya hizo historia en 2015, hasta ese entonces el Ecuador nunca había conseguido medallas panamericanas en judo.