Con tan solo un 12 % de los boletos vendidos (300 000 de 2,5 millones) para el evento que se celebrará del 7 al 18 de septiembre, la organización espera que al finalizar los Juegos Olímpicos exista una reacción positiva de la gente para adquirir mayor número de entradas. Mientras tanto, los organizadores dicen que están tratando de recolectar algo de la financiación de último minuto de fuentes municipales y gubernamentales para asegurar que la competición de los atletas con discapacidades se cumpla sin problemas.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, confirmó que ha destinado unos 150 millones de reales (47 millones de dólares) a la financiación. Sin embargo, un juez ha bloqueado la transacción de estos fondos argumentando que el dinero no debe concederse a una organización privada que no tiene claras sus cuentas financieras.
Por otra parte, los problemas de presupuesto para los viajes son especialmente preocupantes para los atletas paralímpicos que esperan asistir a los Juegos. Los organizadores tienen dos semanas de retraso para proveer los 7,5 millones de dólares que los atletas usan para viajar al evento.