Uno de ellos es Carlos Santana, oriundo de Montecristi, provincia de Manabí, quien decidió renunciar a su trabajo para comenzar con su propio negocio, pues identificó que podía generar ingresos a través de la restauración, la compra y la venta de artesanías. Ahora tiene un taller en el cual pinta y comercializa sus productos. Manifiesta que el acompañamiento financiero era necesario, por lo que acudió a BanEcuador en busca de un microcrédito que le permita adquirir materia prima y maquinaria para decorar cerámicas. “En cuatro días me dieron el financiamiento que necesitaba” afirma.
Según Ricardo Zurita, gerente de la entidad crediticia, esta oportunidad de microcrédito que encontró Santana es parte de los 142 millones de dólares entregados en todo el territorio para el financiamiento de actividades relacionadas con comercio, servicios, emprendimientos agrícolas y pecuarios. BanEcuador informó que entrega microcréditos de hasta 54.000 dólares en un promedio de cinco días con garantía quirografaria.
Otro emprendedor es José Zhunaula, de la comunidad Tucalata del cantón Saraguro, provincia de Loja. Se dedica a la cría y comercialización de cuyes. Relata que para iniciar su actividad productiva buscó financiamiento para capitalizar su negocio, adecuar las instalaciones y comprar ejemplares. Acudió a la entidad crediticia del Estado en busca de un microcrédito para iniciar su negocio. “Me ayudaron para empezar con mi emprendimiento y ahora doy trabajo a ocho personas de mi familia”, asevera.
Como Carlos y José, son miles los ecuatorianos que al decidir emprender su propia empresa se encontraron con el microcrédito como ayuda para concretar sus sueños. El crédito rápido cubre necesidades de liquidez inmediata y fortalece las economías de familias y pequeñas empresas que desean iniciar y/o incrementar su productividad. En ese marco, la entidad ha disminuido los requisitos para que los emprendedores accedan al microcrédito con características acorde a la actividad productiva.
Los documentos solicitados varían de acuerdo al tipo de crédito, pero básicamente son: la cédula de identidad y el certificado de votación del solicitante y cónyuge; copia de la planilla de cualquier servicio básico con una antigüedad no mayor a dos meses de la fecha de presentación de la solicitud de crédito, y un plan de inversión del proyecto con flujo de caja proyectado.