La propuesta al inicio de este año,fue finalizar el 2016 con una tasa de 5,2 homicidios por cada 100 mil habitantes. En el 2015, la tasa fue de 6,4 por cada 100 mil habitantes, con un total de 1.048 muertes violentas.
Según los informes de la Dirección General de Operaciones (DGO), el dato estadístico de la tasa de homicidios ayuda a visibilizar los niveles de violencia criminal y social. La tasa actual, hasta el 6 de septiembre del 2016 fue de 4,3 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Hay que tener en cuenta que estas estadísticas son revisadas semanalmente para la toma de decisiones en los niveles políticos, empresariales, educativos, de turismo y de esparcimiento familiar.
Según la DGO, las estadísticas que se mencionan a continuación tienen un respaldo de informes internacionales que ratifican el esfuerzo que realiza la Policía Nacional todos los días, en bien de la seguridad ciudadana.
Uno de ellos es el presentando, en julio pasado, por el Instituto brasileño de Estudios de Seguridad de Igarapé. Este afirma que en el 2015, Ambato fue la tercera ciudad más segura de la región, con una tasa de homicidios de 1,7 por cada 100 mil habitantes.
Otro dato importante es que Quito es la única capital de la región, entre las 10 ciudades más seguras de Latinoamérica.
El trabajo preventivo realizado por la Policía Nacional y las unidades especializadas es integral para reducir la violencia social, por la presencia de los agentes en espacios públicos, que son los lugares donde se generan riñas, por ejemplo.
El 46 % de los homicidios ocurridos en lo que va del año fueron ocasionados por armas de fuego, 10 % menos de lo que fue en el 2015; el 36 % por armas blancas y el resto por otra clase de objetos.
Estas cifras demuestran que el trabajo preventivo de control de armas en todo el país rinde sus frutos y más aún, sus resultados tienen incidencia total en la reducción de la violencia criminal.
De igual forma, el eje investigativo también evidencia resultados positivos. Servicios como la Unidad de Investigación Antidelincuencial (UIAD) contrarrestan la violencia criminal, que es la que genera gran número de muertes violentas en el país.
De los 642 homicidios que se produjeron en el país hasta el 20 de agosto pasado, 336 fueron resueltos por la Policía Nacional, 237 se encuentran en investigación y 69 se encuentran con boletas de detención.
La tranquilidad de los ecuatorianos en temas de seguridad, también se puede mirar no solo desde los homicidios, sino también desde la confianza que depositan en su Policía Nacional.
En la investigación de Seguimiento de Victimización del 2015, realizada por la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, se preguntó a las víctimas si denunciaron el delito.
El resultado fue elocuente, las denuncias aumentaron de un 14, 55 % a un 19,49 %. No es posible decir hoy que el aumento de las denuncias corresponde a un aumento de la victimización, sino, por el contrario, aumentan en la medida en que el delito disminuye. Esto es asociable a una creciente legitimidad de la denuncia como recurso institucional (INEC, 2015).