Un planteamiento impecable del estratega argentino Ángel Hoyos, una noche soñada del arquero Carlos Lampe y la incapacidad de Chile para darle profundidad a su juego fueron suficientes para darle a Bolivia un dulce y festejado empate que lo devuelve a la pelea.
Más allá del punto que es insuficiente para sacar a Bolivia de la octava posición, la Verde demostró que salió del infierno y vuelve a soñar con hacerse fuerte en la altura de La Paz como en la fecha pasada ante Perú y complicar con su juego defensivo cuando el rival tiene más argumentos futbolísticos.
Enfrente, Chile confirmó que en la clasificatoria sudamericana no cuentan las coronas de campeón de América y se mantiene en una incómoda séptima posición que deja cuesta arriba la obtención de un boleto rumbo al Mundial ruso.