El debate tendrá como base el informe preparado por la Comisión del Derecho a la Salud. El proyecto de iniciativa de la presidenta del Parlamento, Gabriela Rivadeneira, busca garantizar los derechos de las mujeres y sus familias durante el embarazo, parto y tiempo de recuperación del aparato reproductor de la mujer, luego de alumbrar.
El proyecto asegura el derecho a ser informado, el respeto a la intimidad; a que no exista la prohibición para que el niño permanezca los primeros minutos junto a su madre, (siempre y cuando no existan razones médicas que determinen lo contrario). Se prevé además el derecho a escoger la posición de dar a luz en el parto normal y establece protocolos claros que determinen la razón de una cesárea.
Respaldo
La comisión previo a la elaboración del informe escuchó a diversas instituciones, organizaciones y personas involucradas en esta materia, entre ellas, la doctora Cecilia Acuña, de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud OPS/OMS, quien destacó que es un proyecto importante para normar temas fundamentales de los derechos de la mujer y para la práctica de procedimientos con relación al parto en el sistema de salud ecuatoriano, tanto en lo público como en lo privado.
En aquellas oportunidad, felicitó la iniciativa y consideró importante que se pueda legislar al respecto. Trajo a colación el aumento alarmante de cesáreas en el mundo, que de acuerdo con estudios en los últimos 10 años, en 15 países de distintas regiones, las cesáreas no deben superar el 15% de todos los partos que se realizan en un establecimiento de salud, pero que en muchos países supera el 40%.
Pidió que se deje claro que el parto no es una enfermedad ni la mujer embarazada una paciente, sino una usuaria del sistema de salud. El parto debe ser asumido como un procedimiento para ayudar a un proceso natural de la mujer, de su hijo y de la pareja, en donde todos tienen que verse beneficiados, señaló.
Para la asambleísta Blanca Argüello, la norma es fundamental para un parto humanizado y para establecer claramente la violencia obstétrica, que se registra, pero aún es invisible. “El parto humanizado no solo incluye dar a la luz de forma normal, sino que puede ser mediante cesárea, bien llevado, tratado y acompañado. Eso también es parto humanizado”, dijo.
William Garzón, presidente de la comisión, destacó que la cesárea es un procedimiento quirúrgico que salva vidas y que hay que realizarlas cuando científicamente esté comprobado que se requiere. “Ya no será voluntario, se decidirá únicamente por razones médicas, como en el caso de que esté en riesgo la vida de la madre o el niño, por ejemplo”, argumentó.
El proyecto recoge de la propuesta de la asambleísta Lourdes Tibán el tema de los derechos de la medicina ancestral.