«La resistencia antimicrobiana plantea una amenaza fundamental a la salud humana a largo plazo, la producción de alimentos y al desarrollo», declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al inaugurar la primera reunión de la Asamblea General de la ONU sobre este asunto. «Estamos perdiendo nuestra capacidad de proteger de infecciones mortales tanto a los humanos como a los animales», agregó.
Como ejemplo, citó una epidemia de tiroides resistente a los antibióticos que se expande actualmente en África, la creciente resistencia a los tratamientos contra el sida e incluso la progresión de una forma de tuberculosis que no logra ser vencida por los antibióticos registrados en 105 países. Según un reciente estudio británico, estas superbacterias podrían llegar a matar hasta 10 millones de personas por año enh 2050, es decir tantas como el cáncer.
«La situación es mala y está empeorando»; «algunos científicos hablan de un tsunami en cámara lenta», expresó por su parte la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan. «Si seguimos así, una enfermedad banal como la gonorrea (enfermedad transmitida sexualmente) se volverá incurable. Usted irá al médico y el doctor se verá obligado a decirle: ‘lo siento, no puedo hacer nada por usted'».
Hizo hincapié en que durante años no se puso a punto ningún antibiótico nuevo y que los beneficios de la inversión en este tipo de medicamentos eran insuficientes para la industria farmacéutica.
Llamó a una acción coordinada de todos los sectores, tanto públicos como privados, gobiernos, profesionales de la salud, laboratorios y consumidores.
Estos últimos «deben poder comer carne sin antibióticos», subrayó, cuando la transmisión de infecciones resistentes a los antibióticos desde la carne de los animales a los consumidores está ampliamente documentada.
Para impulsar a los actores públicos y privados a comprometerse en esta lucha, los responsables reunidos en Estados Unidos adoptaron una declaración a través de la cual se comprometen a reforzar la regulación del uso de antibióticos, difundir el conocimiento sobre este fenómeno, facilitar la búsqueda de nuevos tipos de antibióticos y estimular los tratamientos alternativos.