El cabo segundo Jorge Coello, instructor del Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC), cuenta que luego del evento sísmico, alrededor de 10 canes y 10 agentes del Centro en Quito, se trasladaron a Pedernales, Bahía de Caráquez y Manta, con la finalidad de colaborar en las tareas de búsqueda de personas y rescate de mascotas.
En Pedernales, posterior al trabajo realizado con las personas que estaban bajo escombros, prestaron ayuda a los organismos dedicados al rescate de mascotas abandonadas. En ese momento conocieron a una perrita de color blanco con leves manchas de color café y negro en sus extremidades inferiores, orejas y cola y tomaron la decisión de trasladarla a Quito, al comando de su Unidad.
El cabo Coello explica que los perros para cada especialidad deben tener ciertos impulsos y de acuerdo a aquello se efectúa el entrenamiento. Por ejemplo, para que sea apto para la escuadra de show, “medimos que el can tenga presa (cazador), recobro (recupere objetos), que tenga agilidad para jugar con artículos. Estos impulsos nos ayudan a que el perro trabaje con alegría y fluidez en cada presentación dirigida a la ciudadanía”, comentó.
Blanquita aún posee ciertos hábitos de mascota, pero poco a poco, los instructores la han ido moldeando y el próximo mes las personas que viven en Portoviejo y la provincia podrán observar sus presentaciones.
Impulsos
Después de unos días notaron que el can, a quien pusieron de nombre Blanquita, mostraba actitudes e impulsos ideales para pertenecer a la escuadra de relaciones públicas y show de la Policía Nacional.
Desde ese momento iniciaron con su formación y entrenamiento, que han sido rígidos y con mucha disciplina. Según un análisis veterinario, la cachorra mestiza tiene un año y medio de edad. Hace algunos días Blanquita retornó a Manabí, provincia donde iniciará su proceso como can policial, junto a Jade y Dioné.