En Latacunga se dieron cita representantes de la Asociación de Productores Llullucha Guangaje, Asociación de Mujeres de Naranjito, Asociación Yanashpa, Organización de Mujeres Emprendedoras de la Unión Andina de Yanahurco Grande, Asociación Sumak Kawsay de Mujeres Centro La Cocha, Chakras Comunitarios Cusubamba, Unidad Educativa Simón Rodríguez, colectivos ciudadanos de Pastocalle, San Francisco, delegados del Consejo Nacional Electoral, ente otros.
Mauricio Proaño, vicepresidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria, destacó que 550 organizaciones han sido calificadas para participar en este proceso, en el que analizan los resultados obtenidos en la primera etapa e identifican los consensos y disensos respecto a los temas sustantivos de la consulta: diálogo de saberes y conocimientos ancestrales; agrobiodiversidad y semillas; y, garantía de derechos y participación social.
Explicó que las semillas nativas resisten al impacto de la revolución verde, a pesar que cada día su área cultivada se ha ido reduciendo, el 30,50% de la superficie cultivada usa semilla mejorada y apenas el 15% emplea semilla certificada, tras enfatizar que es fundamental apoyar los emprendimientos, con líneas de crédito específicas, de los grupos campesinos para potenciar la producción de semillas certificadas, cuya actividad les genere un buen porcentaje de rentabilidad. Aseveró que no hay ninguna posibilidad de abrir espacio a las semillas transgénicas, tal cual lo dispone la Constitución.
El asambleísta César Umajinga destacó que el tema de semillas es trascendental para los intereses del Ecuador y que el 42% de mujeres campesinas alimentan a los mercados. Vamos a garantizar la presencia de la semilla ancestral, que es patrimonio del pueblo y de los indígenas, agregó.
Por su parte, la asambleísta Esthela Acero señaló que el Art. 401 de la Constitución prohíbe la presencia de semillas transgénicas. Es indispensable la asistencia técnica y capacitación para la gente inmersa en la agricultura y ganadería, que la actividad también genere ganancia para los que vivimos y trabajamos en el campo, destacó.