Es a través del fantasmal silencio y el polvo de las zanjas situadas entre los combatientes de ISIS en Mosul y las fuerzas especiales iraquíes donde se desarrollará el capítulo final de la extinción de ISIS en Iraq.

CNN

Sin embargo, al anochecer del sábado, los dos kilómetros que separan a la División Dorada entrenada por Estados Unidos con el mundo medieval del llamado califato, de repente estallaron en llamas con el terror de la guerra del mundo contra ISIS.

Las balas trazadoras cruzaron el horizonte, las chispas y el ruido sordo de las incontables explosiones estremecieron la pequeña villa de Bazwaya, partida en dos por las etapas finales de esta batalla. Feroz y constante, todo se acercó más y más a la base iraquí desde donde filmamos en desde un techo.

Al final del temible intercambio, que se llenó de silencio luego de que artillería pesada pasó sobre nuestras cabezas, de manera asombrosa había 14 soldados iraquíes muertos, en lo que han sido unas de las peores bajas que sufrió la unidad.

Punta de lanza

Cuando el mayor Hussien Hussien de la unidad de la División Dorada, junto con sus hombres, llegaron a Bazwaya, lo hicieron como veteranos de la guerra contra ISIS. El haber peleado en Ramadi y Faluya le valió a Hussien una serie de marcas en su oreja derecha tras un ataque con granadas autopropulsadas hace unos meses.

Ellos son literalmente la punta de lanza en la guerra global contra el grupo de militantes. A pesar del riesgo de ser flanqueados, los hombres mantienen desafiantes una pequeña franja de tierra adentrándose peligrosamente en territorio de ISIS.

La División Dorada llegó al pueblo hace unos días, lo que los puso en un área localizada a dos o tres kilómetros de los límites de Mosul, en la zona conocida como Gogjali. Hussien arremete de forma agresiva contra posiciones de ISIS, usando tanques para disparar a zonas desde donde sus tropas son asediadas Miramos mientras una serie de disparos dan con edificios a la distancia marcados con banderas. En la oscuridad, no podemos decir si las banderas son blancas para denotar civiles, o negras para denotar a los que son acusados de usarlos como escudos humanos: ISIS.

Hussien y sus hombres usan videos tomados de miras de francotiradores y Google Maps para apuntar a sus blancos. La coalición tiene enlaces cerca, pero no la cantidad de tecnología que se requiere para mapear a ISIS a través de este gran frente.

Tropas entrenadas por Estados Unidos

Los jóvenes iraquíes que conforman esta fuerza han pasado a través del entrenamiento estadounidense y están optimistas cuando nos reunimos con ellos. Uno llamado Ahmed Bullet (Hay seis Ahmed en la unidad y sus entrenadores tienen que distinguirlos a todos) bromea en inglés limitado que no le gusta Michael Jackson. Pero, dice mientras vacía su ametralladora en el desierto, a él le gustan las fuerzas especiales de Estados Unidos.

Esos hombres han estado en lucha contra ISIS por meses. Su principal pregunta mientras entran a este último capítulo de la guerra: ¿Qué nivel de derramamiento de sangre tendrán que causar para vencer al enemigo?

Recordatorios de ISIS

El pueblo de Bazwaya todavía mantiene recuerdos de sus recientes ocupantes. Una vieja escuela fue usada para entrenar tácticas con granadas y hay instrucciones escritas en pizarrones. Sus timbres están marcados con grafiti que prohíbe que entre «la fuerza de choque», y comida a medio preparar se pudre en la cocina. Nadie dejó este lugar lentamente.

En otra parte, un tanque robado al Ejército sirio fue ocultado en el sótano de una casa. Su conductor de ISIS lo escondió en ese lugar para alejarlo de la vista de los aviones no tripulados. Un Predator voló sobre la zona momentos antes, un recordatorio de la presencia de la coalición.

El pueblo está dividido a lo largo de su avenida principal por un gran y ancho túnel, lo suficientemente alto como para conducir una motocicleta en él. Fue realizado con una excavadora y luego incendiado por las fuerzas especiales iraquíes. Mientras estamos aquí, los soldados descubren nuevos túneles, algunos con refugios.

Fuego de francotiradores

En un puesto de avanzada, la Compañía Alfa tiene un vistazo de qué tan resistente puede ser su enemigo. El capitán Alá, usando su mirilla, puede ver de forma regular a su adversario a cientos de metros a través de las zanjas arenosas. El francotirador Mustafá, como se le conoce, mira la parte alta de la zanja y de pronto varias rondas pasan sobre sus cabezas. Los combatientes de ISIS usan un camión que les permite salir de la zanja, abrir juego y luego repetir el procedimiento de otra posición momentos después.

Los soldados, visiblemente nerviosos de saber lo cerca que está su adversario, intentan contraatacar, pero el blanco en movimiento alenta el progreso. «¿Dónde está el vehículo?», grita uno, mientras prepara una ametralladora. El intercambio continúa por 10 minutos.

Muerte en la oscuridad

Al oscurecer la unidad recibe su peor golpe. En cierto momento las balas trazadoras van y vienen a través de la calle donde estamos. Es imposible decir cuál explosión golpeó a los hombres de Alá, pero varios cohetes dieron en un cuarto donde dormía la unidad.

Un testigo describe cómo la potencia de la explosión les arrancó las extremidades a los cuerpos. Otro testigo dijo que tropezó con partes de cuerpos cuando entró a la habitación en la oscuridad.

Esa noche observamos a los heridos siendo trasladados y tratados en una gran carpa a las afueras de la base. Muchos muertos, cubiertos por mantas en las partes traseras de camionetas, pasan junto a nosotros. El Ejército iraquí, como muchos ejércitos, no quiere que sus bajas sean filmadas.

‘Ustedes son héroes’

Las pérdidas dejan a la unidad en parte llena de ira y en parte aturdida. Hussien va hacia el frente para intentar fortalecer la defensa. Ahmed Bullet camina en silencio alrededor de la base y ya no se muestra alegre como antes. Luego ocurre una discusión entre los soldados sobre qué canal de radio deberían estar usando.

Una vez que el fuego se detiene, Hussien regresa con sus hombres e intenta levantar la moral. Se le entregan las armas de los caídos y pide su chaleco antibalas. Él pone su mano sobre el hombro de Alá y les dice a sus hombres: «Ustedes son héroes y ninguno de ustedes debería de ser afectado por eso. Esos atacantes suicidas no son nada.

Es un momento de gran pérdida, al que se le suma el dolor por todos los que han caído en batallas previas y por saber que esto ocurre a solo dos kilómetros de los límites de la ciudad, con otros siete kilómetros por recorrer antes de llegar a su centro.