En la noche del lunes el régimen sirio seguía golpeando el este de Aleppo con bombardeos aéreos , mientras las tropas desgarraban el territorio en una operación para retomar el enclave después de más de cuatro años de control rebelde.
Familias sirias de desplazadas en un campamento en Jibreen en la zona de Aleppo controlada por el gobierno.
“Estoy extremadamente preocupado por el destino de los civiles como resultado de la situación profundamente alarmante y escalofriante que ocurre en la ciudad de Aleppo”, dijo Stephen O’Brien, jefe humanitario de Naciones Unidas, en un comunicado.
“Los reportes iniciales indican que hasta 16.000 personas han sido desplazadas, muchos bajo situaciones precarias y inciertas. Es probable que miles más no tengan otra opción sino huir si los combates continúan expandiéndose en los próximos días”, agregó el funcionario de Naciones Unidas.
Las fuerzas del gobierno y los grupos paramilitares leales al presidente sirio Bashar al-Assad empezaron una nueva ofensiva en el este de Aleppo el 15 de noviembre, mientras los aviones de guerra del régimen continuaban luchando en la zona para expulsar a los rebeldes y los civiles.
Han hecho una rápida recuperación del territorio desde que entraron al este de Aleppo este sábado, tomando una gran porción del noreste. La prensa rusa citó este lunes a su ministro de Defensa diciendo que el 40% del territorio estaba en manos del régimen, sin embargo fuentes consultadas por CNN dicen que lo recuperado sólo es el 20%.
Un activista del Aleppo Media Center dice que al menos 25 personas han muerto y muchos otros resultaron heridos durante la noche cuando el régimen lanzó bombas de paracaídas en el vecindario de Bab al-Nayreb.
“No hay medios de transporte ni vehículos en las calles, así que los civiles están huyendo entre 8 y 9 kilómetros a pie, llevando lo que pueden con ellos y con sus hijos, y saliendo a través de la parte occidental de Aleppo”, le dijo un activista a CNN.
El 13 de noviembre la ONU distribuyó las últimas raciones de comida y el consejero humanitario de esa organización, Jan Egeland alertó la semana pasada de que las personas del área estaban a punto de morir de hambre.
Restaurar la ayuda humanidad básica
El este de Aleppo se ha vuelto el epicentro de la guerra civil de Siria, gran parte de esa zona diezmada en ataques del régimen respaldado por el poder aéreo ruso.
Assad ha prometido tomar la totalidad de Aleppo, que ha estado dividido durante años entre dos: el área oeste, controlada por el régimen, y la región del este, controlada por los rebeldes.
El gobierno ha sitiado el este varias veces, cortándoles el paso del mundo exterior tanto a los rebeldes como a los civiles, dejando a las comunidades al borde de la inanición sin suficiente comida, ni agua potable, combustibles y suplementos médicos.
“Les pedí a todas las partes del conflicto restaurar la ayuda humanitaria básica en Siria”, dijo O’Brian de la ONU. “Hice un llamado para que levantaran los asedios, asegurándose de no atacar civiles, ni la infraestructura civil, y que permitan a las organizaciones humanitarias un acceso seguro y sin obstáculos para brindar ayuda para salvar vidas a los desplazados o sitiados”.
Se cree que más de 200.000 personas aún permanecen en el este de Aleppo, muchos de ellos atrapados.
Antes de las evacuaciones de los últimos días, UNICEF dijo que alrededor de 100.000 niños estaban allí.
Muchos están muy asustados para usar los “corredores humanos” del gobierno temiendo represalias una vez que escapen. Otros dicen que los rebeldes los obligaron a quedarse.
¿El comienzo del final?
Retomar todo Aleppo podría marcar un punto de regreso en la guerra civil de Siria, pues esa ciudad es la última fortaleza de las fuerzas rebeldes del país. Recuperar el control pondría de nuevo al régimen al mando de las cuatro ciudades principales.
Algunos observadores sugieren que sería del principio del fin del levantamiento que empezó en 2011.
Una solución a la guerra ha eludido a la comunidad internacional durante varios años. Rusia y Estados Unidos se han involucrado, usualmente parados en lugares opuestos del conflicto.
Rusia ha usado varias veces su poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para tumbar resoluciones propuestas para el conflicto.
El ministro francés de Relaciones Exteriores Jean-Marc Ayrault hizo un llamado al Consejo de Seguridad para que se reuniera y examinara la situación inmediatamente.
“Más que nunca hay una necesidad urgente para que haya un cese de hostilidades y un acceso sin trabas a la asistencia humanitaria”, dijo Ayrault en un comunicado, agregando que podría tener una reunión el líder de los consejos distritales de Aleppo, Brita Hagi Hasan, este miércoles en París.
Un hombre ayuda a evacuar a una víctima de los ataques aéreos en al-Shear, Aleppo, este lunes.
O’Brien también hizo un llamado para una solución política, diciendo que “las personas de Siria han sufrido demasiado y durante mucho tiempo”.
“Más que nada, espero que se abra un camino pronto hacia una solución política para que podamos dar una apariencia de esperanza a los muchos millones de familias sirias que esta noche tienen hambre, enfermos y temen por sus vidas”, dijo.