Federer, de 35 años, lleva sin jugar desde su eliminación en semifinales del Wimbledon contra el canadiense Milos Raonic y volvió a bajar a la decimosexta posición de la clasificación mundial, la más baja de su carrera desde 2001.
«Es solo para recuperar el ritmo. No lesionarse es lo más importante, pero creo que realmente puedo jugar un buen tenis», declaró Federer.
En Perth, el helvético participará junto a Belinda Bencic en esta competición de exhibición, que no cuenta para los puntos de la ATP, y en la que debutará contra el británico Daniel Evans, número 66 del ránking.
El tenista con más títulos de Grand Slam (17) se enfrentará el miércoles al alemán Alexander Zverev, número 24 del mundo.
Pero, el suizo medirá el viernes su estado de forma contra el francés Richard Gasquet, número 18 de la ATP, antes de una posible final contra el ganador del otro grupo formado por Australia, España, Estados Unidos y la República Checa.
Esta seria de encuentros debería permitirle recuperar sus sensaciones con la mirada puesta en el Abierto de Australia, que se organiza en Melbourne.
«Mis metas son modestas, puesto que todavía no tengo partidos y el Abierto de Australia se juega al mejor de cinco sets», explicó Federer.
El australiano Nick Kyrgios también regresará a la competición tras dos meses y medio de su polémica eliminación en el Master 1000 de Shanghai en octubre.
La ATP multó con 16.500 dólares (15.000 euros) al australiano, lo obligó a consultar a un psicólogo y lo castigó bajo una pena de ocho semanas, reducida a tres, por su falta de intensidad y haber faltado al respeto de un espectador, en la derrota ante el alemán Mischa Zverev en Shanghai.
«El interés mediático además nunca fue fácil de gestionar y es algo que todavía no he comprendido totalmente», afirmó Kyrgios, quien jugará con Daria Gavrilova en Perth.